26 marzo 2016

SE LO PASAN BOMBA

Hay que reconocer que Biel Barceló y sus chicos se lo pasan bomba. A menudo el ejercicio de la responsabilidad de gobierno acaba por pesar en exceso, lo que inevitablemente envejece a los políticos que no saben llevar esa carga adecuadamente. No es el caso. Algunos dirán que hacer ejercicio físico ayuda pero cabe la duda de que sea ejercicio físico bailar delante del Parlament por la derogación de una ley absurda como la de símbolos que José Ramón Bauzá se sacó de la manga (parece que hablemos del pleistoceno cuando hace tan solo 12 meses nadie le discutía nada y mírenle ahora clamando en el desierto). Otra opción es tomarse las cosas con buen humor y reírse tan a menudo como sea posible haciéndose selfis. Así se entiende la magnífica foto de Joan Torres publicada en Última Hora el pasado miércoles, donde se ve loco de alegría a todo el equipo de Barceló, partida la caja torácica de risas, tras aprobar un nuevo impuesto. Está claro que además de gobernar se divierten y eso es importante, pero ¿tiene que ser a nuestra costa? Pretenderán que aplaudamos a rabiar ante un nuevo gravamen que también pagaremos los ciudadanos de Balears cada vez que se nos antoje ir a pasar el fin de semana a un refugio, a un agroturismo o a un hotel.


Yo, la verdad, no comprendo tanta euforia. De hecho a mi no me hace puñetera gracia, porque se queda uno con la sensación de que le toman el pelo y se ríen a su cara. Durante el debate en el Parlament aquello pareció como si fuera un impuesto que cobrasen a los hoteleros, cuando lo cierto es que lo pagaremos los huéspedes. Y además aún nadie sabe para qué va a servir  exactamente. Todos tenemos claro que Balears necesita más dinero para financiar sus servicios públicos y algunos creíamos de forma un tanto ilusa que lo que harían PSIB, Més y Podem sería hacer pagar a los más ricos y en todo caso, hacer que Madrid no se lleve tanto dinero o que revierta aquí un mayor porcentaje de lo que se recauda. Pues no, la solución al socorrido expolio fiscal es más expolio fiscal, eso sí, del Govern de Balears. Es por esto que ese selfi de Barceló junto a Carbonell, fuera de sí de contento, me recuerda a una pandilla de gamberros que acabasen de tirar una bomba fétida en el autobús y rotos de la risa, inmortalizasen el momento. ¿De qué carajo se ríen, si puede saberse? Divirtiéndose así la responsabilidad es más llevadera. Riéndose de nosotros.

(Publicado en el periódico Útima Hora) 

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