Los atentados terroristas acaecidos en Francia aconsejan medidas excepcionales. A la vista de que la actual Constitución francesa atesora ser un texto inservible para proteger al pueblo galo, las autoridades anuncian que será modificada en lo que sea necesario. Esencialmente hay que reforzar las competencias gubernamentales y apartar a los jueces de su perniciosa labor, dado que se ha demostrado que son un obstáculo para la defensa de los ciudadanos frente al terrorismo yihadista. La guerra al terrorismo ha sido declarada y ya de paso, también a la judicatura. Las leyes “no están adaptadas a la situación que vivimos”, ha declarado firme -aunque con gesto compungido- el presidente de la República, François Hollande ante la Asamblea Nacional puesta en pie para cantar “La Marsellesa”. Debe ponerse al alcance del Gobierno “herramientas apropiadas para adoptar medidas excepcionales”.
El Estado de Emergencia, que permite aplicar la jurisdicción militar y que el Gobierno ordene registros domiciliarios sin necesidad de recurrir a los abominables jueces, ha de prolongarse hasta los 3 meses, pues los actuales 12 días no son suficientes para acorralar a los terroristas sin el estorbo de una magistratura incómoda que solo pondrán pegas, con el objetivo no declarado de obstaculizar las investigaciones de la policía y la gendarmería. Se hace perentorio instaurar medidas para asegurar el control de la prensa y decretar arrestos domiciliarios por parte del Ejecutivo a todo aquel “cuya actividad resulte peligrosa para la seguridad y el orden público”. También ha de facultarse al ministro del Interior para decretar el toque de queda y cerrar salas de espectáculos y bares, así como prohibir las manifestaciones, tan desagradables y tan poco constructivas con la labor del Gobierno. El Ejército se reforzará inmediatamente con reservistas y el buque insignia de la flota gala, el portaviones nuclear “Charles de Gaulle”, desplegará todo su poder destructivo para acabar con el enemigo, sin descartar que pueda navegar por el río Sena, si la situación lo requiere. A la vista de las nuevas necesidades en materia de seguridad y defensa, las instituciones europeas relajarán el objetivo de déficit que hasta ahora se había mostrado inflexible para todos los países, por más duras que fueran las consecuencias a soportar por la población.
Lamentable e incomprensiblemente, la mayor parte de partidos políticos franceses se oponen a estas medidas patrióticas, así como el 73,3% de la población, según los sondeos. Por supuesto el Frente Nacional de Marine Le Pen apoya tales medidas que ha propuesto el partidos socialista francés. Los yihadistas no solo se han infiltrado en la judicatura, sino que ya son mayoría entre los ciudadanos franceses. Urge fabricar más portaaviones porque el “Charles de Gaulle” no será suficiente para bombardear toda Francia.
@jmperpinya1
(Publicado en mallorcadiario.com y en ibizadiario.info)
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