07 noviembre 2015

LA ESPALDA DE ISERN


Viendo la imagen de Mateo Isern en la sala de prensa de la sede del PP en la calle Palau Reial (esa que está bajo la lupa del juez Castro y de la Fiscalía Anticorrupción ya que quieren averiguar si se pagó con fondos ilícitos), imagino a José María Rodríguez retorcerse de dolor y sacando espuma por la boca. Él que creía haber liquidado para siempre al más detestado de sus rivales, se vio abofeteado por la Junta Directiva Insular que otorgó solo 51 votos a su marioneta y secretario general de la Junta Territorial de Palma, Álvaro Gijón, mientras daba 99 votos al exalcalde de la ciudad. Por culpa de aquella oscura maniobra de laminar a Isern y colocar a Marga Durán, el PP obtuvo su peor resultado de la historia y perdió de manera vergonzosa la alcaldía de la capital, aunque aún es la hora de que Rodríguez asuma alguna responsabilidad por la derrota. El día que este personaje abandone la política debiera repicar n’Eloi como expresión de alegría.

Isern tiene un defecto enorme: su ingenuidad. La que le llevó inexplicablemente a mantener en el cargo de regidor de Policía a Guillermo Navarro pese a su imputación por el asunto de la mafia policial en Sant Ferran. La que le llevó a  manifestarse a favor de uno de los concursantes por la licencia del segundo Casino. La que ayer le llevó ayer a afirmar: “no tengo la mas mínima duda de que en el PP, incluida la Junta territorial de Palma, vamos a trabajar todos juntos para conseguir el mejor resultado”. ¿No es de una inocencia pasmosa? Rodríguez preferiría ver los 8 escaños de Balears en el Congreso de los Diputados ocupados por socialistas, antes que ver a Mateo Isern sentado uno de ellos. La espalda del exprimer edil palmesano es lo más preciado por don José María, que siempre estará en su punto de mira.

A parte de que Isern no era una marioneta fácil de mover como tantos otros advenedizos, el exalcalde atravesó el Rubicón cuando decidió enviar al juzgado un informe plagado de irregularidades de la construcción de la recogida neumática cuyos “buzones”ahora se están desmantelando. Rodríguez se sintió acusado, él sabrá por qué. Todos lo imaginamos. Aquello apesta. Es un auténtico pufo que pagan los palmesanos. Sus responsables están ahí y uno de ellos es José María Rodríguez, cómo no. Isern y Andreu Garau lo señalaron y ese fue su delito. Nunca podrá ya darle la espalda so pena de ser apuñalado a la menor oportunidad.

(Publicado en Última Hora)


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