Catalina Cladera, consellera de Hacienda, reconoció en el
Parlament tener “serias dificultades” para poder asumir la devolución del 25%
de la paga extra que Rajoy sisó a los funcionarios en 2012. Debe ser muy duro
tener tantos compromisos de pago y no tener dinero en la caja. Miles de
trabajadores públicos que contaban con su paga extraordinaria de Navidad y que
pese a que era suya, no cobraron. Rajoy no pagó aquella extra como no pagará
Armengol a los médicos el complemento de carrera profesional este 2015 y ya
veremos si en 2016, porque no hay dinero ni lo habrá por muchas huelgas que se convoquen.
En su estrategia de acoso al Govern al que dan apoyo,
Podemos pide que se reserven 10 millones del presupuesto de 2016 y se dejen ahí
aparcados, que ya se decidirá cómo se gastan. Ante tan insólita ocurrencia la
consellera Cladera pide racionalidad a Podemos, lo cual es mucho pedir. Los de
Alberto Jarabo reprochan al Govern que no pague lo que el anterior Ejecutivo
comprometió a los médicos y para ello exige que no se pague la deuda a los
bancos y que se les diga que esperen y así no tendrán que esperar los
funcionarios. Esa es una magnífica solución que no cabe limitar al Govern. Dado
que la presidenta del Parlament, Xelo Huertas, cobra 400 euros mensuales más
del tope máximo que los cargos de Podemos se comprometieron a percibir y lo
hace alegando que de no hacerlo, no podrá pagar sus hipotecas, conviene que
Huertas hable con los bancos y les diga que se esperen. Veamos qué tal le va.
Serias dificultades también está pasando el tesorero de
Convergència Democrática de Catalunya, Andreu Viloca, al que una jueza ha
enviado a prisión preventiva. Si alguien pensaba que el Estado español no iba a
frenar al presidente de la Generalitat, Artur Mas, en su pulso contra España,
no podía estar más equivocado. Por las buenas o por las malas. Convergència no
será el primer partido que sufra el desmantelamiento bajo la acusación de
corrupción. El primero fue UM aunque quién se acuerda. PP o PSOE no tienen nunca
nada que temer porque cuando la corrupción les atañe a ellos, es de las
personas, no de los partidos. Miren Fernando Areal, extesorero del PP de
Balears, recién condenado por pagar gastos electorales con dinero negro. Si
fuese otro partido va a la cárcel hasta la telefonista, pero en este caso no
irá ni él. No se molestaron ni en llamar al resto de la banda criminal.
(Publicado en Última Hora)
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