Acostumbrados como estamos a que nos mientan con todo descaro en nuestra propia cara, a que nos digan con desfachatez que la Mare de Deu nom Joana (vean si no las explicaciones absurdas del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, a cuenta de su entrevista con Rodrigo Rato en el mismísimo despacho del ministerio), hay que agradecer que alguien hable claro y vaya con la verdad por delante. Debemos apreciar la sinceridad de Fernando Bustamante, portavoz de los trileros de la Playa de Palma. El refinamiento y la excelencia de los delincuentes del Arenal llega a tal punto que las bandas organizadas de criminales tienen incluso portavoces. Y no uno, ¡sino dos! Afirma que “engañamos a turistas tontos desde 1973, pero nunca hemos robado a nadie”. Atesora 42 años de ejercicio profesional con total impunidad. Es un hecho empírico que cualquiera que se enfrente a un trilero, sea o no turista, es inequívocamente tonto. Pero esta evidencia no puede hacernos perder de vista que el líder del clan de ‘Los Bustamantes’, este dechado de moralidad que alardea no solo de no haber robado a nadie, sino de proteger a los turistas de los carteristas (obviamente, si el carterista le sisa la billetera al guiri, este ya no tiene dinero para jugar al trile), ha protagonizado un acto de franqueza fuera de lo común. Es intolerable que la policía acose a ciudadanos que ejercen de honrados trileros. Denuncian que no pueden salir a la calle porque la policía los para y los registra. “Así no podemos seguir”, se lamentan. ¡Dónde vamos a llegar!
Ya quisiéramos tal nivel de sinceridad en nuestros líderes políticos y autoridades, que cuando están en la oposición dicen una cosa y cuando gobiernan sostienen la contraria sin ningún rubor. Lo peor de todo es que haya algunos queriendo estar en misa y repicando, apoyando al Govern en el Parlament y ejerciendo de oposición al mismo tiempo. El diputado Nel Martí de Més per Menorca reclama que se prescinda de los asistentes de los senadores autonómicos. Que los expresidentes Antich y Bauzá se las apañen solitos, como el resto de senadores de Balears, si alguien fuera capaz de ponerles nombre y apellidos. Se trata de una propuesta absolutamente razonable y acorde con los tiempos que corren que merece la pena apoyar. Sin embargo se percibe cierto oportunismo ya que Martí lanza su propuesta ahora que los senadores son del PSIB y del PP. ¿Opinaría lo mismo si alguno de los senadores fuera de su partido? Ya lo dudo. Es más, cuando el senador autonómico fue Pere Sampol (entre 2007 y 2011 el exvicepresidente también disfrutó de la tradicional canonjía senatorial), su asistente fue el actual primer teniente de alcalde de Palma, Antoni Noguera, quien tomará la vara de primer edil en 2017. Será interesante conocer qué opina el alcalde in pectore de la propuesta de Martí. Pero sinceramente, como hablaría Bustamante.
(Publicado en Última Hora)
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