Se lamenta la consellera de Hacienda y Administraciones Públicas, Catalina Cladera, que el Gobierno de Mariano Rajoy les desprecia y “no les da ni agua”. Tiene razón. ¡Y con la falta que hace el agua, sobre todo en Ibiza! Agua no les dan, pero inspectores de trabajo sí que les ha dado, todos los que ha pedido y más: 32 colegas del conseller Iago Negueruela trasladados expresamente desde la península para reforzar durante un mes y medio la plantilla de 48 funcionarios que ya se encarga de tales labores en Balears. El refuerzo costará 200.000 euros, nadie crea que organizar una cacería sale gratis. Formalmente llevarán a cabo una campaña de lucha contra la explotación laboral, aunque realmente lo que va a hacer el Govern es azuzar los perros ávidos de sangre a los hoteleros y hosteleros para que hagan fijos a los temporales y contraten a jornada completa a quienes tengan a media jornada. Y eso poco después de que la diputada autonómica Laura Camargo, secretaria política de Podem y además, portavoz del partido que literalmente sostiene al Govern, denunciara sin ninguna prueba la existencia de fraude y explotación laboral en el sector turístico. Podemos apunta y el Govern dispara.
¿Quién podría mostrarse disconforme con un plan contra la explotación laboral? Nadie. Pero lo que está sucediendo es muy preocupante. Miren lo de la inspección municipal al Coliseo Balear. Aprueban en el primer pleno que Palma sea declarada ciudad antitaurina (por más que sin mucho éxito a la vista del festejo celebrado el jueves) y unos días más tarde Cort realiza una inspección a las instalaciones de la plaza de toros que revelan “deficiencias graves”. Curiosamente el informe es filtrado anónimamente a dos asociaciones animalistas. La Administración vuelve a azuzar los perros.
El caso más brutal se ha producido en Ibiza, donde el Consell aprobó una declaración institucional por unanimidad (sí, en efecto, el PP votando con PSIB y Podem de la mano en contra de una iniciativa privada) donde se amenazaba con inspeccionar viviendas y establecimientos turísticos que colaboraran con la producción del programa ‘Ibiza Shore’ para el canal MTV España. Con la amenaza ha sido suficiente. Nadie en su sano juicio osaría enfrentarse a una jauría de inspectores azuzados por unos gobernantes que se comportan como matones. Debe ser la nueva forma de hacer política que prometieron.
(Publicado en Última Hora)
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