08 noviembre 2011
PRONÓSTICO ELECTORAL
Sería un acierto dar por terminada hoy mismo la campaña electoral. ¡Qué tranquilidad ganaríamos todos! Lo único interesante previsto era el debate entre Rubalcaba y Rajoy que vimos ayer y efectivamente lo fue. Contrariamente a lo que nos temíamos fue entretenido y dinámico. Los candidatos podían interrumpirse y se dieron algunos guantazos dialécticos bastante respetables. Pero ya está. Todo el pescado está vendido. El PSOE fiaba únicamente a los debates televisados un eventual cambio de tendencia o al menos movilizar el voto útil de izquierdas que permita evitar la debacle total. Pero el PP no tenía ni tiene necesidad de arriesgar y no ha concedido más que un combate a un único asalto, no fuera que el ganador in pectore dé un patinazo y queden en evidencia las múltiples carencias de Mariano, aunque esto último era muy difícil de evitar. Ya sólo queda ir a votar y recontar los votos. Todo lo demás sobra porque la victoria del PP está cantada hasta por el CIS, que ya es el colmo. La única incógnita a despejar es con qué mayoría y si necesitará el apoyo de alguna otra formación o solo dependerán de ellos mismos.
Menudo tortazo se van a pegar los socialistas y los del PSIB no se librarán de su parte del trompazo. Este pronóstico se fundamenta en el convencimiento de que no serán los populares quienes ganen las elecciones, sino los socialistas quienes las pierdan. Estrepitosamente. Su electorado les abandonará como les abandonó en las municipales y autonómicas del 22 de mayo. Aunque sería bueno preguntarse si no son ellos quienes han dejado a su electorado huérfano. Por una parte han abandonado la socialdemocracia para abrazar los postulados conservadores de Merkel y Sarkozy. Y por otra, han fracasado radicalmente en llevar al país hacia la recuperación económica. No solo no hay vestigio alguno de recuperación, sino que estamos peor que nunca. Por tanto, los ciudadanos (los indignados, los frustrados, los parados y los que directamente ya están hartos de tanta mediocridad venida a menos y tanta incompetencia venida a más) les enviarán a calentar los escaños de la oposición, pero menos escaños que nunca en toda su historia. Desplomados. Un nuevo récord histórico que habrá que agradecer a Rodríguez Zapatero, quien ya en su día dijo “voy a seguir ese camino cueste lo que cueste y me cueste lo que me cueste”. Pues ya sabe el PSOE a quién tiene que agradecer la situación a la que les habrá abocado su aún secretario general y el coste de las decisiones anunciadas el 14 de julio del año pasado.
En Baleares, en las elecciones generales del año 2007 el PSIB obtuvo 366 votos más que el PP y empataron a escaños (cuatro para cada uno). En estas próximas elecciones del 20-N, según el CIS, el PP obtendrá 5 escaños y el PSIB 3. Podría ser peor y en verdad quizás lo sea, pero no podrán culpar a nadie los socialistas comandados por Francina Armengol, porque el teatro que hicieron para nombrar a semejantes candidatos y excluir a los críticos como al aún Delegado del Gobierno Ramón Socías, merecerá semejante correctivo y aún mayor.
Como siempre, el centralismo rampante no admite preguntar en las encuestas del CIS por las expectativas de voto del PSM-Entesa-Equo-Iniciativa Verds. Por tanto, es una incógnita lo que puede suceder con la coalición eco-nacionalista de izquierdas cuyo candidato es Miquel Ensenyat. En mi opinión, solo tienen posibilidades de obtener diputados PP, PSIB-PSOE y quizás el PSM si el desplome del PSIB incluye el trasvase de sus votantes al PSM, que ya es mucho confiar. Esquerra Unida en Baleares, después de la escisión sufrida y ahora que concurre en solitario, quedará muy lejos de los 13.000 votos que de tan poco le servían. Soñar con colocar en Madrid a Alejandro Aparicio es justamente eso, soñar. UPyD no pasará del pobre resultado de las autonómicas (en las europeas de 2009 obtuvo 7.092 votos en Baleares y en las autonómicas 8.722) lo que aleja a José Luis Calbarro del escaño por Baleares, por más que ellos se muestren eufóricos con su irrelevancia electoral con más moral que el Alcoyano. En Baleares seguirán siendo insignificantes aunque a nivel de todo el Estado pudieran ser el partido que más crezca (junto a los independentistas vascos de Amaiur, qué paradoja), aglutinando a los descontentos de ambos lados.
Así de crudo está el panorama: o PP o PSIB-PSOE o en muchísima menos medida y a la espera de un milagro que rompa el bipartidismo, PSM. Lo demás es tirar el voto a la papelera, incluyendo el voto en blanco que a buen seguro experimentará un elocuente incremento. Pero como cada uno es dueño de hacer con él lo que quiera, pues ¡adelante!
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