Insignia de oro del Sindicato Unificado de Policía

Me alegra anunciar que mi amigo José Manuel Sánchez Fornet, secretario general del Sindicato Unificado de Policía, me ha remitido una carta donde me informa que la Comisión Ejecutiva Nacional ha acordado concederme la insignia de oro del SUP. Por supuesto, le he escrito aceptando esta distinción que, humildemente, creo no merecer. Pero estoy satisfecho de que los amigos del SUP se acuerden de mí. La entrega de la medalla se hará en el transcurso del IX Congreso de SUP, el día 9 de junio en Toledo, en el Hotel Beatriz, entre las 11 y las 13 horas. Agradezco sincera y públicamente a los miembros de la CEN del SUP que hayan pensado en mí y me complace que me honren con esta distinción. Muchas gracias.


Ya estuve el 26 de abril de 2005 en el VIII Congreso del SUP en León, cuando era secretario de comunicación de AUGC, momento al que pertenece esta imagen. Aquel fue el primer congreso del SUP al que acudió un ministro del Interior, José Antonio Alonso. Me parece increíble que hayan pasado ya cuatro años desde entonces...

Por otro lado, algunos compañeros y compañeras me han llamado para preguntarme si tras el archivo del expediente en el que se pedía mi expulsión de la Guardia Civil, tengo alguna cuestión pendiente en el ámbito disciplinario. La respuesta es que ahora mismo, que yo sepa, no. Así pues, a lo largo de mi vida profesional, hasta ahora tan sólo he sido sancionado una vez, y fue por falta muy grave a un año de suspensión de empleo, por la concentración de guardias civiles de uniforme el 20 de enero de 2007 en la Plaza Mayor de Madrid, esto es por ponerme al frente y por dar la cara por todos los guardias civiles y no por asuntos personales míos. Ninguna sanción más. Nunca. He perdido la cuenta (aunque algún día haré el oportuno escrutinio, pero no ahora, que no me apetece ni acordarme…) de todos los expedientes disciplinarios que me han sido incoados. Incluso una vez fui denunciado ante justicia militar. Pero lo cierto es que únicamente he sido sancionado una vez, como ya he dicho, y esta sanción, aunque ya cumplida, está recurrida ante la jurisdicción contencioso-disciplinaria militar y por tanto, no está dicha la última palabra al respecto.

La consecuencia de la concentración del 20 de enero de 2007 fue un cambio en el régimen estatutario y en el régimen disciplinario de los y las casi 80.000 guardias civiles. Y por tanto, no fue un beneficio mío personal, sino un beneficio a partes iguales para todos y cada uno de los miembros del colectivo, un avance social y general. Y únicamente pagué yo con los 12 meses de empleo y sueldo y perdiendo 12 meses de mi antigüedad en el Cuerpo. Jamás he querido ir de mártir, pero no ocultaré que me da pena ver a gente que hace victimismo, cuando sólo se atrevieron a manifestarse cuando ya estaban jubilados y por tanto, no podían ser sancionados. Nunca arriesgaron nada y ahora van de víctimas... ¿no es penoso?