05 mayo 2015

MÉRITO EN EL TRABAJO


Nuestro paisano, el tenista Rafa Nadal fue distinguido el pasado viernes día 1º de mayo  con la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, que concede el Consejo de Ministros a propuesta del ministerio de Empleo y Seguridad Social. En el acto que tuvo lugar en el Palacio de La Moncloa, Nadal dijo sentirse honrado de recibir la medalla y añadió: “Durante toda mi vida, desde pequeñito, siempre he puesto dedicación máxima en cualquier cosa que hago”. Resulta bastante chocante oír como un joven de 28 años se refiere a toda su vida, “desde pequeñito”, como si se tratase de un anciano de 80 años.

Yo no discutiré los méritos que Nadal atesora para recibir esta distinción que le otorga el tratamiento de “excelencia”. Sin embargo, sí me parece oportuno recordar que estamos hablando del mejor tenista español de la historia y que según la lista Forbes es el deportista más rico del país, el noveno a nivel internacional. Forbes le atribuye un patrimonio de entre 150 y 200 millones de euros, lo que le convierte en la persona más rica de Balears.

No pretendo restar ningún mérito al joven tenista, algo que sería completamente inútil,  pero teniendo en cuenta que Nadal ya fue distinguido en 2008 con el premio Príncipe de Asturias de los Deportes, me cuestiono si realmente la concesión de la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo no obedece a una decisión oportunista por parte del Gobierno de Mariano Rajoy para hacerse un selfi con nuestro tenista más laureado.

Echando un repaso a la lista de otras personas que han precedido a Nadal en el otorgamiento de tan relevante distinción, encontramos a la empresaria Esther Koplowitz, al editor recientemente fallecido José Manuel Lara, el actor Arturo Fernández o el presidente de Globalia, Juan José Hidalgo. Nada tengo que objetar al respecto, pero me pregunto si el Consejo de Ministros alguna vez condecorará a una camarera de pisos de un hotel, al celador de un hospital, al reponedor de supermercado o al repartidor de Correos. Me parecería digno de alabanza que el Gobierno distinguiera a un trabajador que cobrase el sueldo mínimo interprofesional (648,60 € al mes en 2015) en lugar de al deportista más brillante y más rico de Balears, que digo yo que si a él le hace ilusión, imagínense a aquellos que cobran una porquería y se desloman en su tarea diaria con el riesgo añadido de ser despedidos si bajan su rendimiento. ¡Eso sí que es mérito en el trabajo! Pero Rajoy jamás se haría un selfi con ellos, ni siquiera el 1º de mayo.

(Publicado en www.mallorcadiario.com)

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