31 mayo 2014

UNA CONDENA PORQUE SÍ


Los 16 años de cárcel de Josep Joan Cardona que el Supremo ha ratificado son un despropósito porque no ha matado a nadie. También lo son los 4 años y medio de cárcel que la Fiscalía pide para la líder de CC.OO. Katiana Vicens. Obedece, como apunta Fernández Toxo, a las directrices recibidas por la Fiscalía para perseguir a los miembros de piquetes informativos en huelga. Hay más de 40 causas judiciales contra sindicalistas en todo el país.
 
El martes en la manifestación de apoyo a Katiana, vimos a Francina Armengol y al ex ministro Valeriano Gómez. Ellos siempre tan oportunistas. Gómez encabezó la manifestación en protesta por la reforma laboral del PSOE de 2010 durante la huelga general del 29-S, lo que no le impidió solo 22 días más tarde jurar el cargo de Ministro de Trabajo de ZP. Eso da idea de su hipocresía, similar al cinismo de Armengol. Cuando en 2008 el PSOE logró en Baleares el mejor resultado de su historia con 1.205 votos más que el PP, ella y otros gerifaltes del PSIB  desataron una brutal caza de brujas contra sus adversarios políticos azuzando a la Fiscalía. Ahora Armengol les critica y presiona a los jueces, como si el PSOE no hubiese utilizado a la Fiscalía a su capricho.

El Supremo ha ratificado también la condena a Maria Antònia Munar por Can Domenge. Lo más sorprendente –y alarmante– es leer en la sentencia: “(…) la concreta intervención  consciente y dolosa de la recurrente (Munar) no encuentra una verdadera corroboración a pesar de los esforzados intentos, en tal sentido, llevados a cabo por los integrantes de la Sala”. O  “ninguno de quienes declararon, como acusados o testigos, con la excepción del referido Vicens, señalan con la rotundidad necesaria a María Antonia Munar como partícipe en los delitos enjuiciados”. O “No existe tampoco ninguna otra declaración en la causa que directa y expresamente incrimine a la recurrente”. Admiten pues que la condena a Munar se basa exclusivamente en la palabra de un coimputado,  Bartomeu Vicens, que con sus acusaciones libró a su mujer Antònia Martorell de ir a la cárcel por el caso Metalumba. Sin más pruebas concretas de su intervención en el delito, Munar es condenada a 6 años de cárcel, mucho más que al resto de condenados. La condenan sin pruebas concluyentes y porque les cuadra la versión de Vicens, pero sin “una verdadera corroboración” de su participación en los hechos. Porque sí y punto final.

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