24 mayo 2014

ODIADORES


En la recta final de la campaña electoral en la que tan poco se ha hablado de Europa, hemos vivido una inquietante oleada de intolerancia y odio en todo el país, desde infames expresiones de júbilo por el asesinato de Isabel Carrasco, presidenta del PP de León, hasta intolerables comentarios antisemitas, racistas y machistas. En Mallorca hemos padecido un deplorable episodio protagonizado por el columnista –y profesor del IES Antoni Maura, por increíble que parezca– Román Piña Valls, quien el martes publicó un libelo titulado “Yo odio” en un periódico local. Piña emuló a quienes se felicitaron por el asesinato de Carrasco confesando que le alegraría la muerte de todos los “camisetas verdes” de Crida, ya fuera muerte por inanición o por asesinato. Y hasta de un colega suyo, Jaume Sastre, profesor del IES Llucmajor, en huelga de hambre desde el día 8. Tras la encendida polémica generada por su zafia columna, se justificó en su blog con un artículo aún peor y más repugnante, aduciendo que se trató de un ejercicio de filosofía y ética para invitar al debate.

En Mallorca se suele decir que “els tests s’assemblen a ses olles”, pero siempre hay excepciones. Su padre, el catedrático emérito Román Piña Homs, es toda una institución que recibió el premio Ramón Llull en 2004. Un brillante intelectual de sólida formación ética y científica que se ha ganado el respeto y la consideración de sus conciudadanos, por distantes que de él estén en lo ideológico, por su corrección, educación y sabiduría. Lástima que su hijo no se le parezca en nada como docente y buena persona, y que le haya salido así de intolerante y odiador, lo que desdice mucho de su formación en humanidades. La amargura y frustración que destilan los textos de Román Piña hijo es algo que da mucha pena, pero no es nada nuevo. No crean que se ha disculpado, a pesar de las críticas. Nadie le ha felicitado públicamente por “Yo odio”. Sin embargo a Sastre se le acumulan en estos 17 días de protesta las cartas de agradecimiento y homenaje de estudiantes, amén de multitud de visitas incluso de dos ex presidentes del Govern, lo que desmonta la burda caricatura que desde la ultraderecha mediática se dibuja de él. Piña, orillando su condición de docente, ha traspasado todos los límites éticos y se ha denigrado a sí mismo y al periódico donde publicó el baldón con la anuencia de sus responsables. Se tilda a Sastre, biógrafo de Gabriel Cañellas, de chantajista pero ¿dónde está el chantaje? Dada la incompetencia manifiesta de la consellera Camps, es muy lógico que se reclame del propio presidente una negociación que de solución al conflicto educativo que ha sacudido el curso. Bauzá prometió consenso en Educación y a la vista está que no ha cumplido.
 
(Publicado en Última Hora)

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