24 agosto 2013

TESOREROS CON PROBLEMAS


Al fin el PP entregó los dos ordenadores de Bárcenas al juez. Se le otorgaron 5 días y lo hizo justo un día antes de agotar el plazo, lo cual es un gran ejemplo de perezosa colaboración con la Justicia. Es lícito sospechar de quien tarda cuatro días en llevar dos portátiles hasta la Audiencia Nacional. No debiera el PP poner a prueba su suerte, aunque era difícil que Ruz ordenara el registro de su sede nacional para la incautación de dos ordenadores, cosa que solo se hace si la formación investigada se llama Unió Mallorquina.

Ser tesorero o gestor de un partido político es una profesión de alto riesgo. Luis Bárcenas (PP, en prisión preventiva), Ángel Sanchís (PP, poliimputado), Rosendo Naseiro (PP, estuvo en prisión preventiva), Aída Álvarez (PSOE, policondenada y expresidiaria), Daniel Osàcar (CDC, imputado), Vicenç Gavaldà (UDC, condenado), Fernando Areal (PP Baleares, poliimputado), Álvaro Llompart (UM, detenido e imputado), son algunos de los ex tesoreros implicados en casos de corrupción. Tanta y tan variada es la casuística que el inoperante y politizadísimo Tribunal de Cuentas ha recomendado que se regulen las funciones y obligaciones de los responsables de la gestión financiera de los partidos, indicación preclara de dónde está el problema. Cuesta entender cómo encuentran voluntarios para ocupar el cargo porque además, caso de ser descubiertos en alguna ilegalidad, el asunto solía quedarse allí mismo y no afectar a nadie más. Bárcenas y Llompart rompieron la tendencia, no es difícil adivinar por qué.

Hay quien pretende que los efectos de las penas impuestas sean otros y que Jaume Matas no pueda ni salir de su casa, ni ir en tren a Sóller. No les basta con la inhabilitación especial por 4 años y medio e intentan que se inhabilite a sí mismo de por vida. Pero eso en un Estado de Derecho no es posible. El secretario general de los populares de Palma, José María Rodríguez, se reunió a manteles con Matas, públicamente, en la terraza de un restaurante del Paseo Marítimo sólo por darle en los morros al fiscal Pedro Horrach, quien tras la declaración como imputado de Rodríguez ante el juez Castro en noviembre del año pasado, solicitó como medida cautelar prohibirle relacionarse con imputados y testigos de la causa Over Marketing, aunque tal disparate no prosperó. De ahí que Matas y Rodríguez se dejen ver en público. Son libres y nada se lo impide. Estaría bueno.

(Publicado en Última Hora)

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