08 diciembre 2008

La cúpula de la Guardia Civil en Baleares, sentada en el banquillo

Hoy el rotativo de más tirada en Baleares publica esta noticia: http://www.ultimahora.es/segunda.dba?-1+6+456535

Y a la par, publica la primera parte de un artículo de opinión que suscribo yo mismo y que a continuación reproduzco. Mañana verá la luz la segunda parte.





El próximo martes 9 de diciembre a las 10 de la mañana se iniciará en la Audiencia Provincial de Palma el juicio del denominado “caso facturas” en el que están imputados dos jefes y un oficial de la Guardia Civil, los coroneles Francisco Javier García Peña (actual segundo jefe de la secretaría de cooperación internacional y a quien su actuación le costó el cargo al ser cesado fulminantemente por el director general de la Guardia Civil, Joan Mesquida, al conocerse el caso), Luis Cuadri Duque; y el capitán José López García Trujillo (capitán jefe de la compañía de Calvià), además del empresario Jaime Ferragut Ferra, administrador único de la empresa Construcciones Calabruix S.L., con domicilio en Son Ferrer (Calvià).

La Asociación Unificada de Guardias Civiles mantiene en su escrito de acusación que, a principios del mes de agosto de 2005, el coronel Francisco Javier García Peña, se incorporó a su nuevo destino como Jefe de la 17ª Comandancia de la Guardia Civil de Illes Balears y se le adjudicó una vivienda oficial existente en dicha Comandancia, número 8-A, escalera 1. A juicio del propio acusado Sr. García Peña, dicho inmueble no contaba con el mobiliario adecuado y así se lo comunicó al entonces teniente coronel Luis Cuadri Duque, el cual supuestamente manifestó al coronel García Peña la posibilidad de iniciar un expediente administrativo de obras con el fin de engañar a la Dirección General de la Guardia Civil, a través de una factura falsa de un constructor, para así obtener una reasignación de crédito en concepto de obras de mejora y reparaciones en el pabellón pero con el único fin de adquirir mobiliario y no efectuar las referidas reparaciones. Consultado el comandante interventor de la comandancia Asís Olmedo Butler acerca de realizar esta maniobra, indicó a los dos acusados precitados, al menos en dos ocasiones, la irregularidad que supondría ese amaño.

A pesar de ello, García Peña solicitó una reasignación del crédito, la cual fue aprobada, bajo el epígrafe “Reparación de edificios”, el 29 de julio de 2005 (incluso antes de su incorporación oficial), por un importe global de 12.000 euros. En palabras del coronel García Peña que constan en su declaración ante el personal de Asuntos Internos, “de lo que se trataba era de que un empresario local expidiera una factura con cargo a la asignación de crédito que aprobara la Dirección General, por una obra que finalmente no se realizaría, y así, con el dinero asignado, y en principio justificado con la factura, efectuar todas aquellas compras y reparaciones que se consideraran necesarias, aunque estas no se correspondieran con el capítulo presupuestario asignado a la Comandancia para las citadas obras”.

El capitán José López García Trujillo, se encargó presuntamente de localizar a un empresario amigo suyo, Jaime Ferragut Ferrà, propietario de la empresa Construcciones Calabruix, para que colaborara en la trama mediante la emisión de una factura falsa, consistente en indicar la realización de unas obras de mejora en la residencia oficial del coronel de la Comandancia, pero sin que nunca se llegaran a ejecutar. El Sr. Ferragut accedió y después de elaborar un presupuesto y de firmar la asignación de la obra a su empresa, emitió la indicada factura en fecha 30 de septiembre de 2005 por un importe de 12.505’32 euros, IVA incluido, y cuyo contenido era alicatado en baño y cocina del pabellón oficial.

El ahora capitán de Calvià, López García Trujillo, fue presuntamente el encargado de tramitar la documentación necesaria del expediente, por lo que exigió al empresario que emitiera la factura con antelación a la inexistente ejecución de las obras para incluirla en el expediente y, asimismo, fue el que presentó finalmente la factura del constructor ante el Negociado de Acuartelamiento, según se desprende de las declaraciones de los testigos.

Para cumplimentar íntegramente el expediente de obras y así lograr el crédito por parte de la Dirección General, el Sr. García Peña firmó los siguientes documentos públicos:

A) de retención de crédito para gastar bajo el concepto “reparación baño y cocina del pabellón nº 8 A, escalera 1, C/ Manuel Azaña, 10”.
B) de comunicación al constructor de la adjudicación de obra de “reparación baño y cocina del pabellón de la escalera 1, piso 8 A, del acuartelamiento de la Guardia Civil de Palma de Mallorca”.
C) de autorización de pago, para proceder al ingreso del dinero en la cuenta del constructor.
D) finalmente, en fecha 6 de octubre de 2005, el Sr. García Peña, en su calidad de Coronel Jefe de la Comandancia, emitió una certificación falsa, consistente en afirmar la realización de las obras de remodelación en su residencia oficial, cuando no se habían ejecutado ni se iban a ejecutar nunca.

La Dirección General, llevada al error por la apariencia de legalidad que presentaba el indicado expediente de obras, en fecha indeterminada realizó la correspondiente transferencia de fondos a la cuenta corriente particular del empresario, el cual, una vez deducido el IVA del importe de su factura, devolvió la diferencia en dinero en efectivo en un sobre cerrado, según él mismo manifestó en el Juzgado, a través del capitán Trujillo, al coronel García Peña. Éste, a su vez, se lo entregó al teniente coronel Cuadri para que lo ingresara en la Caja de la Comandancia, cosa que presuntamente así hizo. Todo el dinero que la Caja Pagadora de la Comandancia fue adelantando al coronel García Peña para la compra de muebles y enseres, fue reintegrada a la misma y no hubo ningún descuadre. Pero ¿quién entregó el dinero en la Caja Pagadora si Cuadri niega haberlo hecho? Esperamos que en el acto del juicio este extremo sea aclarado por los testigos.


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Como ya he dicho antes, mañana se publicará la segunda parte del artículo, dada su extensión, y veremos a quienes eran jefes de la Guardia Civil en Baleares en el año 2005, sentados en el banquillo de los acusados. Son los resultados que se obtienen cuando una Asociación Profesional hace lo que tiene que hacer. Sin miedo a las consecuencias. Sin arredrarse por las amenazas. Con coraje, que es lo que hay que tener cuando se dirige una organización como AUGC... que para eso está. Ahora las prioridades son otras y se es capaz de vender a Dios y a la Santísima Virgen para evitar que a uno le abran un expediente...

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