Los concejales de Som Palma, testaferros de Podemos en el Ajuntament, tienen una peculiar forma de entender la transparencia y la participación ciudadana. Perdamos de vista la espantada protagonizada por su cabeza de lista, Miquel Comas, que emulando al capitán Schettino del Costa Concordia abandonó el barco el primero de todos en cuanto tuvo oportunidad, aunque fuese con la excusa de un asunto particular absolutamente ajeno a la política. Sería muy interesante que su sustituta, Aurora Jhardi, explicase por qué en la consulta ciudadana actualmente en curso sobre las terrazas del Passeig des Born, solo pueden votar los palmesanos que estén en posesión de la tarjeta ciudadana. Debe ser que para ella los ciudadanos empadronados en la capital no son ciudadanos al cien por cien dignos de ser consultados si no tienen la tarjeta de la EMT. Cuando el derecho de participación ciudadana depende de llevar o no en la cartera una tarjeta gris para ir en el transporte público pagando menos, se deja bien claro lo que uno piensa sobre la participación ciudadana. Suerte que desistieran de su intención de que pudiesen votar los menores de edad, porque ese hubiese sido un disparate monumental que supondría la transgresión de todas las normas del sentido común, además de otra trampa.
Como si con lo dicho hasta ahora no hubiese bastantes trampas en la caprichosa consulta ciudadana que se han sacado de la manga para intentar cargarse las terrazas des Born, las preguntas que se plantean constituyen un engaño supino. Tanto si uno quiere las terrazas en el Born como si no las quiere, tiene la opción de pedir que se trasladen al lateral del paseo, de tal modo que no hay que descartar que la concejal Jhardi acabe sumando los votos que muestran su predisposición por el traslado, ya sean a favor de que haya terrazas o ya sea en contra de su existencia. Vamos, lo que haría cualquier trilero de Platja de Palma.
Después de ver en IB3 el debate de los candidatos al Congreso por Balears, muchos ciudadanos debieron sentir un escalofrío al pensar lo poco que faltó para que Podemos y Més concurriesen juntos a las elecciones del 20D. ¿Se imaginan a Toni Verger yendo de la mano con Juan Pedro Yllanes, el candidato que pese a llevar más de 15 años viviendo en Mallorca, se ha mostrado incapaz de pronunciar una sola palabra en mallorquín? Quizás si le dieran una tarjeta ciudadana...
(Publicado en Última Hora)
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