18 julio 2015

PACTOS DE FICCIÓN

Catalina Julve es una de las pocas conselleras y consellers de Unió Mallorquina en el Consell de Mallorca que queda por juzgar, junto a Toni Pascual. No se ha librado de sentarse en el banquillo.  Además, goza de la presunción de culpabilidad, que es como todo político afronta un encuentro con la Justicia. Lo de la presunción de inocencia dejémoslo para la ciencia ficción o para la ortodoxia jurídica irreal. Ya sea por la colocación de unas cámaras de videovigilancia, ya sea por un suplemento en la prensa sobre gastronomía, ya sea por la compra de sillas de plástico para las verbenas de los pueblos.

Ante la Audiencia Provincial defiende su inocencia, solo por el simple hecho de que no ha llegado a un acuerdo con la Fiscalía. De haber llegado a un pacto, Julve hubiera hecho lo que tantos otros antes que ella, reconocerse culpable de delinquir. ¿Por qué motivo no acordó con el Ministerio Público? Ella hubiese firmado lo que los fiscales hubiesen querido siempre y cuando no la metiesen en la cárcel. Pero como la Fiscalía no estaba por la labor de dejar a Munar y Sotomayor solas en el pabellón de mujeres de la cárcel de Palma, y quiere que se incorpore al grupo de presidiarias Cati Julve, pues ella ha preferido defender su inocencia ante el Tribunal, siguiendo además las instrucciones de su abogado, el prestigioso penalista Gabriel Garcías, quien como veterano defensor opina que es la acusación la que tiene que probar sus imputaciones y no la defensa quien tiene que probar su inocencia. ¡Qué ocurrencia! Es evidente que está en un error y que las cosas en la Audiencia no funcionan así. Más fácil es que sea absuelta La Paca o El Pablo, pillándoles kilos de droga y miles de euros en efectivo, antes que sea absuelta Cati Julve por haber comprado unas sillas firmando un expediente que tramitó su antecesor en el cargo, por unas sillas de plástico blanco que efectivamente fueron adquiridas y repartidas entre los ayuntamientos. Pero en fin, veremos lo que sentencian los magistrados ahora que el mercadeo no ha surtido efecto.

Dice a menudo el Fiscal Superior de Balears, Bartomeu Barceló, que los pactos de conformidad sirven para agilizar la Justicia y para evitar alargar los procesos. Sin embargo, es legítimo preguntarse si ello no sea a costa del esclarecimiento de los hechos y de la averiguación de la realidad. Quizás los pactos solo sean la rúbrica formal de una ficción.

(Publicado en Última Hora)

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