11 julio 2015

EL CALOR LO EXPLICA

La canícula estival que nos ha azotado con dureza durante la semana que corre, sobre todo al principio, hace difícil todo ejercicio físico e incluso intelectual, por liviano que este sea. Es comprensible, por tanto, que un buen número de diputados autonómicos se líe a la hora de votar la designación de los dos senadores autonómicos en un mismo pack indisoluble, Francesc Antich y José Ramón Bauzá. Es esta una excepcional demostración de la capacidad de pactar que poseen PP y PSIB cuando a ellos les interesa, en contra de lo que la mayoría piensa. Muchos  grupos solicitaron que la designación no fuese por aclamación sino por votación, pese a lo cual algunos no votaron. No es que el procedimiento en sí pueda considerarse complejo. Desde luego, nada que una mente inteligente y preclara como la que se presupone a los representantes electos de la ciudadanía, no pueda asimilar con diligencia. Al fin y al cabo, es para lo que se les paga y es lo único que muchos de ellos harán, obedeciendo directrices superiores.

Lo que sucede es que el sofocante calor embota el cerebro y al final, uno no sabe qué votar. Se quedaron mirándose unos a otros, sorprendidos por la orden de la presidenta del Parlament, Xelo Huertas, de comenzar la votación. Tres botones más peligrosos que los del maletín nuclear de Barak Obama. Tres colores: rojo, amarillo y verde, que vete tú a saber lo que significan. ¡Menudo dilema! Ni Alberto Jarabo, líder de la revolución, fue capaz de aclararse. ¿Qué decir de Xavier Pericay, de Ciutadans? Posiblemente el más docto y culto de los 59 diputados autonómicos, miembro destacado de la intelectualidad balear, no fue capaz en 10 segundos de decidir qué votar. ¡Y eso que él pidió hacerlo! Pero inexplicablemente no hizo.

Las elevadas temperaturas son, las responsables de tal nivel de torpeza. Y también de que la basura huela peor, a excepción de la basura de Menorca e Ibiza, como nos ha hecho saber el president del Consell de Mallorca, Miquel Ensenyat. Quiere incinerar en Son Reus la basura de Ibiza, aunque allí nadie lo haya pedido. Los vecinos de Alcudia que protestaban por el pestilente olor de los residuos que eran desembarcados en el puerto, no tienen ahora nada de qué preocuparse. La basura de origen netamente balear no huele mal, a excepción de la importada de Europa. Pero Asospecho que es el olfato el que cambia, según se esté en el poder o en la oposición.

(Publicado en Última Hora)

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