Publica el periódico ABC que el Partido Popular se propone reducir el IVA cultural del 21% actual al 10%, atendiendo así la insistente demanda que este sector plantea desde julio de 2012, cuando el Gobierno de Mariano Rajoy lo subió del 8 al 21% para hacer frente al déficit público y acomodar el presupuesto a las exigencias de la Comisión Europea y evitar el rescate. Conjurada la amenaza de la intervención sobre la economía española y ahora que esta muestra claros índices de crecimiento por encima de la media de la Unión, Rajoy parece haber tomado la decisión y ahora solo falta que desvele cuándo lo hará, aunque convendría que fuera cuanto antes.
Soy espectador habitual de espectáculos culturales y he podido apreciar el perjuicio que aquella medida ha causado a la industria cultural en general y a los artistas y creadores en particular. Es natural que este sector haya sido tan beligerante contra el Gobierno por una medida que atentaba contra su supervivencia, dada la dificultad de repercutir el brutal aumento impositivo a los espectadores. Pero ha llegado el momento de aflojar la soga que asfixia a la cultura, ya que la economía del país parece remontar.
Parecerá que Rajoy toma esta decisión por mero electoralismo, como la eliminación de las tasas judiciales a las personas físicas (manteniéndolas para las personas jurídicas) ante el descontento de los diferentes actores jurídicos que insistentemente así lo venían reclamando, pero a poco que la coyuntura económica mejore el Gobierno debe aliviar en la medida de lo posible la elevada presión fiscal que soportan ciertos colectivos y actividades y que estrangulan su crecimiento. Sin este lastre, estos sectores económicos también podrán contribuir a generar puestos de trabajo, reduciendo la tasa de desempleo, que continúa siendo muy elevada.
En Balears el Govern logró recaudar el año pasado 628 millones €, un 20% más de lo conseguido en 2013. Esto es un síntoma inequívoco de que la economía balear despega, pero también debiera llevar aparejada la reducción de la carga fiscal. Es cierto que el Govern de José Ramón Bauzá ha adoptado importantes medidas en este sentido (como lo ha hecho el Ejecutivo central con el IRPF) a través de los presupuestos de la Comunidad, para intentar dar mayor impulso al crecimiento de la actividad económica y del ahorro de las familias, pero no es suficiente. Los empresarios piden con insistencia una rebaja de la presión fiscal para ser más competitivos. No podemos olvidar que en Balears continuamos pagando el carburante más caro que en el resto de España, con lo que eso significa.
Es de esperar que desde el PP Balears se hagan propuestas en este sentido durante la campaña electoral, porque es lo que demandan los contribuyentes y porque sería bueno para la economía, afianzando el consumo y reduciendo el paro. No bastarán las apelaciones al miedo (¡que viene Podemos!) ni sacar pecho de lo hecho hasta ahora. Hacen falta propuestas valientes y audaces que los ciudadanos perciban como mejoras en su calidad de vida. Bauzá asegura que no prometerá lo que no pueda cumplir, y hace bien, pero no debe perder de vista que otros lo harán. Plantee, pues, propuestas electorales realistas y factibles pero que sean capaces de ilusionar a los electores. Y de movilizarles para defender sus intereses con algo concreto y no con intangibles. Nada mejor que bajar impuestos, como Rajoy con el IVA cultural.
(Publicado en www.mallorcadiario.com)
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