Todos están ya preparándose y estirando los músculos en la pista de calentamiento para, a la señal oportuna de los árbitros, situarse en sus marcas para tomar la salida que será el inicio de la campaña electoral de las autonómicas y municipales del 24 de mayo. Escasamente quedan cuatro meses para la cita electoral y todo está abierto. Todos dan por hecho que de los tres partidos que ahora mismo tienen grupo propio en el Parlament (PP, PSIB y Més), pasaremos a un grupo mixto con varias formaciones. Quién sabe si Podemos/Podem logrará tener grupo propio. Pero con la entrada de tantas formaciones en el Parlament parece difícil que el PP de José Ramón Bauzá revalide su mayoría absoluta, aunque si la fragmentación se produce por la izquierda (como parece más que previsible) y los votantes de centro-derecha optan por el voto útil que les propone descaradamente el PP para evitar otro Pacte multipartito, no se puede descartar que el PP pueda conformar Gobierno estable, que es su objetivo. Sea como sea, ¿alguien duda de que el PP ganará las elecciones al ser el partido más votado? Las encuestas así lo indican, por más que algunos insistan en poner el acento en lo que teóricamente van a crecer las nuevas formaciones que se presentan a las elecciones en Baleares, algunas por primera vez (C’s, Vox, Podem, Guanyem…) y otras habiéndolo hecho antes con pobres resultados (UPyD, Convergència-Pi…).
Las encuestas no son favorables para el PSIB de Francina Armengol. Lejos de aprovechar el desgaste del Govern Bauzá, los socialistas no han conseguido remontar y los votantes no parecen dar credibilidad a una formación en caída libre y que no demuestra con claridad estar preparada con para tomar las riendas del Govern, más allá de sus constantes críticas al Govern. Més per Mallorca, con Biel Barceló de cabeza de lista tras unas primarias abiertas que han supuesto la ruptura con Esquerra Republicana de Joan Lladó, parece mantener a su electorado sin grandes sobresaltos, aunque está por hacer la valoración de daños pertinente tras la ruptura con los independentistas de Esquerra.
Así pues, muchos interrogantes y la carrera muy abierta a cuatro meses del pistoletazo de salida. El PP se esfuerza en exhibir la estabilidad como valor supremo, para continuar con el crecimiento económico y la creación de puestos de trabajo que acredita con datos oficiales indiscutibles. El resto de formaciones exhibe muchas promesas, voluntarismo sin concreción y una teórica búsqueda de consenso y ganas de pacto en materias concretas, pero se trata de convencer a los ciudadanos y no parece que las palabras basten ya para conseguir la confianza de los electores. Pero que nadie se engañe, esto es Baleares, no Grecia.
(Publicado en mallorcadiario.com)
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