03 febrero 2015

UN MERECIDÍSIMO HOMENAJE

Celebro que el barítono menorquín Joan Pons haya sido galardonado con la concesión de la Medalla de Oro de Bellas Artes. Ayer SS.MM. Los Reyes Felipe y Letizia le hicieron entrega de tan importante distinción en el Palacio de El Pardo de Madrid y asistieron numerosas autoridades locales encabezadas por el president del Govern de les Illes Balears, José Ramón Bauzá. También fue galardonado el Teatre Principal de Maó y recogió la Medalla la alcaldesa Águeda Reynés.
En una época donde por desgracia nuestra sociedad tiene pocos referentes de los que enorgullecerse y a quienes honrar, destacar la figura de Joan Pons me parece muy necesario. A veces pareciera que no hay nada más en el mundo que futbolistas multimillonarios y balones de oro. Pero sí que los hay. Enaltecemos a gente que ha participado en un concurso televisivo de cocina y nos olvidamos de artistas que con mucho talento y con gran esfuerzo y sacrificio han logrado destacar y han llevado el nombre de las Islas Baleares allá donde han actuado.

Los deportistas de élite están en racha y pareciera que sea el ejemplo máximo de superación y entrega. No pretendo quitar ni un ápice de su mérito, pero en el ámbito de la cultura también hay gente que merece ser reconocida por su talento, de forma que los jóvenes puedan ver en ellos modelos a seguir e imitar en la medida de lo posible.

Desde las Administraciones Públicas debe hacerse hacer un esfuerzo por reconocer más y mejor el mérito y la excelencia en ámbitos como la cultura, la ciencia y la investigación, lo que a mi juicio no sucede lo que sería deseable. Tenemos en nuestros hospitales públicos a excelentes médicos que han salvado centenares de vida y se jubilan en el más completo ostracismo, sin aparecer jamás en un medio de comunicación y sin que nadie reconozca su trabajo. Sin embargo, en la televisión llenan una casa con una panda de inútiles y vagos a quienes no se conoce mérito alguno, a pesar de los cual se les considera VIP. Así se fomenta entre los chavales la creencia de que puede obtenerse fama, consideración social y dinero sin el más mínimo esfuerzo.

Es por esto que me congratulo de que un artista menorquín del nivel y prestigio internacional de Joan Pons sea reconocido como todo un ejemplo en el campo de las Bellas Artes. Podemos sentirnos orgullosos de que un balear sea honrado con esta distinción al alcance de muy pocos.

(Publicado en www.mallorcadiario.com)

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