16 septiembre 2013

CONFUNDIR LA CONSELLERIA D'EDUCACIÓ CON EL MINISTERIO DE DEFENSA


Cuando un líder político abandona posiciones moderadas y razonables, deja inmediatamente de buscar el consenso porque ya no le sirve de nada. Nada va a lograr buscando aliados porque no los encontrará. Sólo aduladores que usualmente están en nómina de su partido y que se ganan su futura posición en las listas electorales a golpe de tuit halagador y servil. A partir de ahí empieza una deslegitimación del adversario y una criminalización de todo aquel que se oponga al viraje ideológico, que será contestado por los partidos contrincantes con mayores cuotas de intransigencia, lo que agudiza la gravedad de la situación.

Le sucedió a Rodríguez Zapatero y ahora le sucede a José Ramón Bauzá. Pretende un cambio de modelo radical y sin disimulo. Un giro españolista ajeno a las bases de su propio  partido que desecharon a Carlos Delgado y sus planteamientos lingüísticos como presidente del Partido Popular de Baleares en dos ocasiones. Que no se olvide que el modelo que Bauzá ahora denomina de inmersión lingüística, que jamás ha sido tal inmersión, ha sido el defendido durante décadas en Baleares por el PP. Bauzá está siendo animado por grupúsculos españolistas radicales que achacan a la normalización lingüística la responsabilidad de las altas cifras de abandono escolar temprano, al margen de cualquier informe científico pedagógico y omitiendo cualquier otro análisis del por qué y cómo se ha llegado a esta situación.

La Assemblea de Docents y los cuatro sindicatos representativos en la enseñanza (Stei-i, CCOO, UGT, ANPE)  han convocado a partir de hoy una huelga indefinida. Muchas otras entidades comprenden sus razones y le dan su apoyo. La “minoría pancatalanista radical” que el Govern despreciaba se ha convertido en la práctica unanimidad de la comunidad educativa, alarmada por las imposiciones del Partido Popular en un ámbito, el de la educación, donde nada debería hacerse sin consenso. Han confundido la Conselleria d’Educació con el Ministerio de Defensa. El Govern tenía una excusa magnífica para pedir un “téntol” tras la suspensión del calendario de aplicación del TIL por parte del TSJIB y buscar el consenso, pero prefirió tirar de decreto ley, el 25º en lo que va de legislatura, viajar este camino completamente solo y así acabó de incendiar las aulas.

En este estado de cosas el Govern insiste en defender el plurilingüísmo, como si ese fuera el problema. Ahí no está el quid de la cuestión. El debate está en el cómo, en si se respeta la autonomía de los centros y los consells escolars como establece la Ley; en si las cosas se hacen por “ordeno y mando” y con amenazas de expedientes disciplinarios o si se hacen convenciendo, dialogando y con moderación; en si los profesores tienen la formación adecuada para impartir clases en inglés, y los alumnos el nivel acorde para seguir las clases con normalidad y ser evaluados con garantías de éxito; en si el Govern ha tramitado legalmente el calendario del TIL o no, lo cual quedó claro tras la suspensión cautelar dictaminada por el TSJIB; en si se ha hecho algo para evitar la huelga o no, aunque cada vez parece más claro que el Govern quería y quiere un choque de trenes para criminalizar a todo el sector educativo; en si la inmersión lingüística es la culpable del abandono escolar temprano o existen otras muchas causas que los recortes del Govern Bauzá han agudizado aún más; en si la aplicación del TIL es o no progresiva. Todos estos interrogantes son el quid de la cuestión, pero el Govern no ha buscado ni cree necesitar más apoyos que los de sus 34 diputados.

El papel desempeñado por algunos de ellos, en especial por Antoni Camps y Aina Maria Aguiló, ambos miembros de la Comisión de Educación en el Parlament, es absolutamente incendiario e impropio de representantes de la ciudadanía. No se limitan a defender sus posiciones políticas, sino que desde Twitter se dedican a lanzar soflamas a menudo ofensivas contra quienes no opinan como ellos. La diputada Aguiló, traspasa los límites de su juramento al asumir el escaño planteando cosas que están al margen de la legalidad estatutaria de Balears, como es el asunto de la lengua propia de Baleares, la lengua catalana. Camps, por su parte, llegó al punto de bajeza moral y de actitud tabernaria al amenazar en un artículo publicado el domingo en el periódico El Mundo/El Día de Baleares a los docentes que decidan secundar la huelga, mostrándose partidario de apartarlos de la docencia, rozando el delito de coacciones.

La estrategia de Bauzá y del PP ante la huelga de docentes es resistir el pulso por agotamiento del rival. De este modo el Govern podrá vencer, pero desde luego no podrá convencer. Incurrirá él mismo en la causa primera del fracaso escolar: la ausencia de acuerdos y negociación en materia de educación y la imposición de modelos educativos  ideológicos y altamente politizados.

De este choque de trenes el Govern posiblemente saldrá victorioso, pero su imagen democrática sufrirá mucho y se demostrará lo que algunos denuncian: que el Govern Bauzá es incapaz de dialogar, de llegar a acuerdos y que con su rodillo parlamentario hace y deshace a discreción. Los colegios e institutos estarán carbonizados por este enfrentamiento y eso es algo que acabarán pagando los alumnos. Una vez más.

(Publicado en Ciutat.es: http://www.ciutat.es/opinion/columnistas/item/9379-confundir-la-conselleria-d-educacio-con-el-ministerio-de-defensa)

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