05 mayo 2013

EL VALOR DE CAN DOMENGE


Hay algunos más pesados que los mosquitos del Pla de Sant Jordi en primavera. A fuerza de repetir que el solar de Can Domenge valía 60 millones intentan colar la mentira, pero como tantas veces dice el president José Ramón Bauzá, “una mentira repetida mil veces, no se transforma en realidad”.
 
En el sumario del caso no hay una única valoración, sino varias. Hay una, la del jefe de los servicios técnicos de urbanismo del Consell, Mariano Gual de Torrella (29’3 millones); hay una de tres arquitectos del Colegio Oficial de Baleares a petición de la jueza (60,1 millones); hay otra de Raúl Burillo que en el juicio tendrá que defender la arquitecta de la Agencia Tributaria María José Gil Díez-Ticio (57,7 millones); y hay una de Josep Roca, catedrático de arquitectura legal, derecho urbanístico y valoraciones de la Universitat Politècnica de Catalunya, hecha por encargo del Consell de Francina Armengol en febrero 2008, de 34,2 millones €, donde critica duramente a las dos anteriores por utilizar fórmulas inapropiadas que sobrevaloran el terreno. También hay una valoración del arquitecto Juan Alberto Borrás intervenida durante un registro a Sacresa, de 23,2 millones hecha en junio de 2005, antes del concurso. Y aún habrá otra antes de empezar el juicio porque el propio Consell solicita en su escrito de acusación como prueba pericial una tasación “sobre el valor actual de mercado (…) lo más próximo posible a la celebración del plenario en aras a obtener la mayor exactitud en la valoración”, que puede fijar el valor del solar cerca de los 7 millones que Jaime Bauzá, propietario de Cotesa, ha pagado a  BMN-Sa Nostra. Así pues, el tema del valor del solar no es algo tan claro e indubitado como se pretende, sino justamente la madre del cordero en el caso Can Domenge.
 
La jueza fijó una fianza civil de 37 millones € al considerar que ese fue el perjuicio sufrido por el Consell. Siempre que, claro está, el solar valiera 60 y no 30, lo cual es muy discutible y se tendrá que aclarar en el juicio a partir del 5 de junio. Se dice que el solar fue malvendido y está por ver, pero lo cierto es que en su día la institución cobró 30 millones y Francina Armengol no quiso pagarlos por recobrarlo y eso que según ella valía el doble. Ni María Salom entregar 7 de los 30 ya cobrados en 2006, recuperando así el solar. ¿No es eso malversar? ¿Quién ha causado un perjuicio mayor a la institución?

(Publicado en Última Hora, 4.5.2013)

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