19 febrero 2013

EL MOTOR DE LA ECONOMÍA, GRIPADO


Lo único que parecía funcionar bien en Baleares y también en España, el turismo, motor de nuestra economía, muestra evidentes síntomas de graves averías. Vamos, que el motor se nos ha gripado.

Sólo así se puede calificar el progresivo desmantelamiento de Iberia, aerolínea que hasta no hace mucho era la compañía de bandera española y ahora, en palabras del ex ministro Josep Piqué y actual presidente de Vueling, sufre una situación tan grave que podría incluso desaparecer. En diciembre la compañía anunció 4.500 despidos, que podrían ser 20.000 en total ya que por cada empleo directo en el transporte aéreo hay entre tres y cinco indirectos. ¡Y estamos hablando de Iberia!

Hemos conocido también que Orizonia echa el cierre. Frustrada la compra de la compañía por el Grupo Barceló primero y por Globalia después, la insolvencia es patente y Orizonia no puede por sus propios medios seguir operando. Mientras la Comisión Nacional de la Competencia –que no el Gobierno, porque es una institución independiente– no de el visto bueno, y ya anunció que no lo hará hasta dentro de dos meses, nadie quiere meter ni un céntimo más en Orizonia. Ni Globalia ni los fondos de inversión que ahora quieren deshacerse de Orizonia. Y así las cosas, la quiebra es inevitable.

Mientras todo esto sucede, el lento e inexorable hundimiento de Orizonia prosigue y no consta que el Gobierno de España haya movido un dedo para tratar de evitar el naufragio, que puede dejar en la calle de forma inmediata a 3.500 trabajadores en todo el país, 1.000 de los cuales están en Baleares y de ellos 700 en el Parc Bit. El ministro de Industria, Turismo y Comercio José Manuel Soria está desaparecido. La secretaria de Estado de Turismo Isabel Borrego es un cero a la izquierda y nada cabe esperar de ella.

¿Y el Govern de José Ramón Bauzá? Aquí si que debo reconocer que me faltan todos los calificativos. La indigencia más absoluta. Nadie ha dicho nada. Ni el conseller de Turismo, ni el vicepresidente económico, ni el conseller de Trabajo, que no hay (ni trabajo ni conseller), han salido a la palestra a ofrecer alguna explicación. Se escudarán, si en algún momento deciden dar la cara, lo cual es dudoso, en que el Govern no puede involucrarse en decisiones empresariales. Y nos sonrojará pensar que cuando estaban en la oposición se las exigían al Govern de Francesc Antich cuando Spanair se marchó a Barcelona. Pero si es cierto que el Govern nada puede hacer y por eso nada hace, casi lo mejor que podría pasarnos es que no haya Govern y que se vayan a su casa todos. Nadie les echará de menos. En Bélgica estuvieron más de 500 días sin Ejecutivo y todo fue sobre ruedas: mejoraron sus datos económicos y redujeron el paro. ¿Por qué no podríamos tener la misma suerte en Baleares? Tenemos el motor del turismo gripado y ellos escondidos, aunque mostrándonos sus declaraciones del IRPF. ¡Para echarse a llorar!

Publicado en www.ciutat.es
http://www.ciutat.es/opinion/columnistas/item/5935-el-motor-de-la-economia-gripado

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