04 diciembre 2012

¿A CUÁNTOS CIUDADANOS ENGAÑÓ EL PP?

¿Cuántos miles de pensionistas votaron al PP porque se creyeron que les subiría las pensiones al mismo nivel que el IPC, que es lo que manda la Ley? ¿Cuántos miles de empresarios votaron al PP porque creyeron de buena fue que no subirían el IVA?
¿Cuántos miles de parados confiaron en que el PP lograría crear puestos de trabajo con una reforma laboral que no abarataría el despido sino que favorecería la contratación? ¿Cuántos miles de votantes afectados por las estafas bancarias (desde las participaciones preferentes hasta las acciones de la Bankia de Rodrigo Rato) se encomendaron a un gobierno del PP para recuperar sus inversiones y ahora se encuentran con que se les obliga a pleitear pero pagando unas tasas aberrantes que no pueden costear? ¿Cuántos miles de ciudadanos votaron al PP para evitar pagar más por sus medicamentos? ¿Cuántos miles de ciudadanos votaron al PP seguros de que con este partido en el gobierno, echarían a patadas de las instituciones a los de la rama política de ETA que continúan sin arrepentirse de nada y homenajeando a los terroristas? ¿Cuántos miles de ciudadanos votaron al PP confiando en que no se sentarían a negociar con terroristas, hasta que los terroristas se pusieron en huelga de hambre y soltaron al primero, nada más y nada menos que el secuestrador y torturador de Ortega Lara? ¿Cuántos miles de honrados ciudadanos votaron al PP creyendo que embridaría el descontrolado gasto público reestructurando la Administración (Senado, Diputaciones, Ayuntamientos…) y no cercenando servicios en la Sanidad y en la Educación?

Pues a pesar de todo lo dicho, no fueron tantos miles sino más bien unos pocos miles. El PP solo consiguió en las últimas elecciones generales unos 552.000 votos más que en 2008. Frente a un candidato como Pérez Rubalcaba y una gestión como la protagonizada por Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy no consiguió más que un puñado de votos más que tres años antes. Los ciudadanos no confiaron masivamente en el PP, contrariamente a lo que se nos vendió. Desconfiaron del PSOE de Rubalcaba, un candidato nefasto incapaz de desvincularse de Zapatero porque fue cómplice de su suicida política económica desde que apareció la crisis. Fueron 4.315.000 votantes menos los que hicieron perder al PSOE 59 diputados y que el PP ganara 32.
El PP no engañó a casi nadie no porque no lo intentara (con la poca convicción que Rajoy demuestra en todo, hasta en la mentira) sino porque muy pocos le creyeron. Todo lo que Rubalcaba pronosticó que Rajoy haría al llegar al poder se ha cumplido milimétricamente cuando se acaba de celebrar el primer aniversario de la victoria electoral: abaratar el despido, copago farmacéutico, subida del IVA, no actualización de las pensiones con el IPC, reducir el subsidio por desempleo, recortar salario a los empleados públicos, subir los impuestos en general y recortar en las “líneas rojas” que él mismo había establecido en Sanidad, Educación y Servicios Sociales.

Y lo peor es que en este país nuestro en abierta recesión económica, con la banca rescatada por la Unión Europea, con el paro desbocado y rozando los cinco millones de desempleados (128.000 más que en octubre), el crédito desaparecido, la presión fiscal insoportable y el consumo desplomado, los ciudadanos están siendo empujados por sus gobernantes al camino de Grecia: la miseria, la exclusión social y el hambre.

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