Han pasado casi 45 días desde la repetición de las
elecciones generales y seguimos igual que estábamos, que es casi como decir
bastante peor. Un gobierno en funciones desde noviembre del año pasado, un
Parlamento que no legisla ni controla al gobierno que está en funciones, y unos
partidos políticos que parecen enfrascados en tirarse los trastos a la cabeza y
en hablar de lo que quieren sus votantes, pero no en lo que conviene al país.
Mariano Rajoy ya no tiene mayoría absoluta y aunque parece
que pocos querrían entrar a formar parte de un Ejecutivo del PP, le corresponde
a él como líder del partido más votado buscar el apoyo de otras fuerzas y eso
pasa por compartir el poder, cosa que hasta ahora no parece muy dispuesto con
propuestas concretas a hacer. Tampoco se habla de reformas, por más que se
diga, y tampoco nadie las exige, como tumbar las leyes más polémicas aprobadas
en la última legislatura con los únicos votos a favor del PP.
Mientras tanto la Comisión Europea aprieta porque haya un
gobierno que apruebe los presupuestos y el techo de gasto, pero estamos en
agosto y si todo da pereza, en pleno verano eso da aún más.
Tenemos una clase política que no nos merecemos. Pero con
suerte habrá unas terceras elecciones y los podremos echar a todos a su
puñetera casa. O igual hasta los volvemos a votar y que quede todo como está
para que igual haya que ir a unas cuartas o incluso quintas elecciones. Ya nada
es descartable.
(Publicado en mallorcadiario.com e ibizadiario.info)
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