Comenzamos la semana con la dimisión de Alberto Ruiz-Gallardón como ministro de Justicia ante la imposibilidad de lograr consenso dentro del PP para reformar la Ley del Aborto. La terminamos con la dimisión de Joana Mª Camps como consellera d’Educació, Cultura i Universitats del Govern, un cargo que jamás debió ocupar por su absoluto desconocimiento de la materia, aunque de ello es reponsable José Ramón Bauzá. Las cosas no se pueden hacer peor. La Sala de lo contencioso administrativo del TSJB ha dado la puntilla al proyecto estrella del PP y de paso a la consellera que más nos ha hecho reír en toda la historia de la Autonomía. Hay quien opina que el máximo órgano judicial de Baleares ha protagonizado una injerencia intolerable en la toma de decisiones políticas del Govern al reputar nulo de pleno derecho el decreto TIL y acordar la suspensión cautelar de su orden de aplicación. Acusan a los magistrados de impedir con subterfugios que el TIL se aplique este curso, alegando defectos formales y sin entrar en el fondo del asunto. Es posible que así sea pero nadie en su sano juicio andaría chuleando y menospreciando a los magistrados del TSJB como lo ha hecho y lo hace Bauzá al recurrir al Supremo con intención dilatoria. Acaba pasando factura, como le sucederá a Manos Limpias con la caprichosa recusación de los magistrados de la Audiencia Provincial Gómez-Reino y De la Serna, acusándolos de parcialidad sobre la Infanta Cristina de Borbón.
A Bauzá ya le faltó poco para ser neutralizado con el asunto de su farmacia y se salvó por un solo voto en la misma Sala que ahora anula el TIL. Sin embargo, él sigue erre que erre, como ayer mismo ratificó ante los periodistas, además de lanzarles preguntas en lugar de contestarlas. Esta tozudez irracional choca con el sentido común. Tenemos un president que no ha captado que ahora mandan los jueces, que evita la calle –y la UIB– donde una muchedumbre no pierde oportunidad de darle la espalda, como sucedió en Alaró. Un desprecio al nivel de su obstinación, pero inocua porque le da igual. “Vivir es fácil con los ojos cerrados”, además de la última película de David Trueba que lucha por ir a los Oscar, es el Leitmotiv de Bauzá. Núria Riera se convierte en la tercera consellera de Educació de esta legislatura, posiblemente la única dispuesta a aceptar el cargo. Solo esto da idea del desastre en que han convertido la educación.
(Publicado en Última Hora)
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