20 septiembre 2014

CINISMO EXTREMO


Mabel Cabrer aplaude la retirada de la reforma de la Ley del Aborto “ante la imposibilidad de llegar al consenso que siempre hemos reclamado”. ¿Por qué el PP no se conduce de igual forma en otras materias de importancia como la cuestión educativa? Son muchas las leyes aprobadas en el Parlament esta legislatura sin ningún consenso, solo con los votos del PP, sin olvidar el desmesurado volumen de Decrets Llei aprobados por el Ejecutivo Bauzá,  abuso censurado incluso por el Consell Consultiu. Parece que el PP balear es incapaz de llegar a acuerdos con nadie y ni siquiera lo intenta. Se comprende así la advertencia de Bauzá: o gana por mayoría absoluta o se irá a la oposición. Por eso el president se mostró partidario de reformar la Ley Electoral para que en los ayuntamientos gobierne la lista más votada, aunque no cuente con la mayoría en el pleno. ¿Tan incapaz se siente de pactar con otras formaciones?
 
Maria Salom no le va a la zaga y gana al president en cinismo. Es lo que podemos colegir del mitin del día 12 en el Teatre Principal, pues en eso convirtió el acto central de la Diada, utilizado arteramente en interés propio y del PP, lo que contraviene el Código Ético aprobado por unanimidad por el Consell. Imagine el lector por un instante que la señora que va a su domicilio para realizar las tareas domésticas se presentase sin asear, despeinada y con la ropa sucia. ¿Pensaría que esa persona es capaz de adecentar su casa convenientemente? ¡Claro que no! Pues algo así sucede con la presidenta del Consell, que se jacta de limpiar más limpio que nadie, cuando lleva en su vestido unos lamparones que dan miedo. Su participación en el caso Túnel de Soller la desacredita radicalmente, incluso para estar en política. Pero ahí está, dando lecciones mientras tiene en el Consell Executiu a Catalina Cirer, quien no vio –bien porque no quiso, bien porque no supo– que su teniente de alcalde acudía al Ayuntamiento encocado hasta las trancas, mientras pagaba sus juergas en Casa Alfredo con la Visa municipal.

Pero el mayor ejercicio de cinismo lo comprobamos cuando Salom leyó el poema de Manuela de los Herreros, donde esencialmente loa “sa llengua de ma terra”. Si verdaderamente creyese lo que leyó, nunca hubiera votado a favor de que pueda ser funcionario del Consell alguien que desconozca “sa llengua mallorquina”, la “perla més fina, la joia més preuada”. ¡Menudo sarcasmo!

(Publicado en Última Hora)

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