02 agosto 2014

ASNOS, BURROS Y MULOS

De izquierda a derecha: Josep Vicent, Mateo Isern y Fernando Gilet
El conseller de Territori Gabriel Company impulsa acertadamente la utilización de asnos, burros y mulos para limpiar los torrentes. Falta hace y si algo sobra en Baleares son buenos ejemplares de equinos a los que asignar tareas adecuadas a sus capacidades, que redunden en algo beneficioso para la sociedad. Los gestores políticos de la Orquestra Simfònica de les Illes Balears –que no los músicos, por supuesto– son una buena muestra de ello y bien podrían estar limpiando torrentes con las bestias, aunque incluso eso harían mal. La destitución del director Josep Vicent, que se dibuja hipócritamente como un “nuevo proyecto artístico”, es sencillamente una purga estalinista inspirada por el calamitoso gerente Marcelino Minaya. Como si la Orquesta fuera suya, como si la pagara él.

Les ha importado un bledo que la temporada, muy a su pesar, se haya saldado con un éxito sin paliativos de público y crítica. La junta directiva del consorcio que dirige la Orquestra (políticos de Govern, Consell y Cort) ha ejecutado su venganza por unas palabras que Josep Vicent pronunció en agosto del año pasado, cuando Fernando Gilet le reprochó que no trajera patrocinios, obviando que entonces ni él ni ningún músico cobraban sus nóminas puntualmente: “Yo no tengo contactos con la mafia. No puedo coger un teléfono y pedir un millón de euros, sino demostrar que tenemos una orquesta magnífica”. Lo ha demostrado con creces, pero quienes le contrataron ahora hace un año no lo hicieron por su valía, sino por otras cosas. ¡Qué equivocados estaban! Él pronto demostró no ser la persona que los gestores creían. Por eso lo despiden de forma tan indigna. Y vergonzosamente renuevan al gerente Minaya, un verdadero desastre. El maestro Vicent ha dicho: “somos músicos y tenemos ética”. Contrasta con los gestores, políticos sin ética que no saben valorar la valía artística de la Orquestra. Y quién sabe si buscan gente con contactos en la mafia.

Ya que hablamos de animales solípedos, recordemos que el burro que va delante y sirve de guía a la recua se denomina “liviano”. El diputado del PP y portavoz de economía en el Congreso, el inefable Vicente Martínez Pujalte, calificó así el delito de tráfico de influencias por el que Jaume Matas cumple condena en Segovia: liviano. Se mostró apenado porque “igual que Fabra, Matas es mi amigo”. Igual le conviene elegir mejor a sus amigos. Y el PP a sus livianos.

(Publicado en Última Hora)

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