26 julio 2014

REEDUCAR Y REINSERTAR

En vísperas del encarcelamiento de Jaume Matas y Antonio Alemany Dezcallar cabe preguntarse una vez más si el sistema penitenciario sirve para aquello que dice la Carta Magna en su art. 25.2 y en la Ley General Penitenciaria: la reeducación y reinserción social de los condenados. Por graves y reprochables que sean los delitos, el castigo debe estar orientado a tal fin porque de lo contrario se vulnera la Constitución, aunque a nadie parece importarle. ¿Servirán para eso los 6 meses efectivos que estará privado de libertad el expresident? No lo parece. ¿Será reeducado Antonio Alemany? Se antoja difícil, dados su carácter y edad. ¿No sería más provechoso que hubiesen sido condenados a trabajos en beneficio de la comunidad, como han hecho en Italia con Silvio Berlusconi?  Más provechoso y más barato, porque cada recluso nos cuesta 54 € diarios y 20.000 € al año.
 
Otros dos que pueden acabar entre rejas son Iñaki Urdangarin y Diego Torres. Cuando apareció en el caso Palma Arena el yerno del Rey Juan Carlos, muchos creímos que hasta ahí habría llegado la broma. Sin embargo ha terminado imputada hasta la infanta Cristina. Fuimos descreídos y desconfiamos de la Justicia. Y a pesar de todos los obstáculos, el juez José Castro ha avanzado en la investigación lento pero implacable, como avanza la apisonadora de la Justicia, presta a triturar a cuantos pille a su alcance. Hay quien acusa a Torres de ser un desvergonzado que se dedica a tirar mierda contra la Familia Real en tal de exculpar a su mujer Ana Maria Tejeiro. No hay reproche que hacer porque no es el primer imputado que lo hace y con bastante éxito. Rápidamente se les ha bautizado como “arrepentidos” y se ha tomado por veraces sus acusaciones, sin más. Lo hizo Bartomeu Vicens y nadie cuestionó que sus revelaciones fuesen verdad. Lo hicieron Antònia Ordinas y Kurt Viaenne. Más recientemente lo hizo Juan Francisco Gálvez al acusar a Jaume Matas de ordenar un pago ilegal de 120.000 euros al ex concejal del PP de Calvià Jesús García Oeo. ¿Por qué no sucede lo mismo con lo que cuenta Diego Torres, quien además lo demuestra con correos electrónicos muy reveladores? Pues porque entonces la trama pergeñada por él y Urdangarin, con la inestimable “colaboración silenciosa” de su mujer la infanta Cristina de Borbón, acabaría salpicando a toda la Real Familia, incluyendo al actual monarca Felipe VI y por descontado, a su padre.

(Publicado en Última Hora)

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