El constructor José Luis Núñez, gran prohombre y prócer, ha sido condenado por el Supremo a 2 años y 2 meses de cárcel junto a su hijo, por sobornar a inspectores de Hacienda para que hicieran la vista gorda y defraudar 13 millones €. Así se entienden mejor sus vastos conocimientos sobre pago de sobornos que demostró al querellarse por el concurso de Can Domenge, solo 6 días después de que la Comisión Insular de Urbanismo aprobara la catalogación del edificio Gesa que impedía su demolición y edificar pisos de lujo junto al Palacio de Congresos. Este dechado de moralidad tendrá que ingresar en la cárcel, un contratiempo que no disuadirá a Mateo Isern de nombrarle cualquier día Hijo Ilustre de Palma, en atención a los pleitos con que ha empantanado la fachada marítima. Sería un detalle por parte del PP, que tanto tiene que agradecer al expresidente del Barça, como bien saben Jaume Matas y Rodrigo de Santos, a la sazón su director de campaña.
Todo delito contra un niño es repugnante. Si los autores del
infanticidio son su propia madre y su compañero, hay que hablar de un crimen abominable.
Como de costumbre la Fiscalía no lo ve así e impulsa componendas que suponen
penas mínimas a los asesinos de la pequeña Ainhoa, de 8 años, quienes el 18 de junio
de 2011 le asestaron una paliza que le causó la muerte. Un ser indefenso al
que, además, no auxiliaron hasta 12 horas después de la brutal agresión. Estremecedor
excepto para la Fiscalía, que pacta una condena de 12 años de cárcel para ella
y 10 para él. Josep Joan Cardona fue condenado a 16 años sin matar a nadie. Eso
es proporcionalidad.
Pero no todo son reproches. La cesión de la mansión del mafioso
ruso Gennadios Petrov a la entidad Amadip-Esment es una buena noticia. Mas
inevitablemente surge una pregunta: ¿por qué a Amadip y no a cualquier otra
entidad de interés público? ¿A qué obedece este trato de favor por parte de la
Fiscalía Anticorrupción, que propuso que fueran ellos los beneficiarios? Esta
adjudicación a dedo, sin concurso ni ofrecimiento a otras organizaciones, es
digna de análisis y otro día lo haremos. Es paradójico que Amadip termine
beneficiándose de la fuga de Petrov, a quien inexplicablemente se le concedió
un permiso carcelario para visitar a su suegra en Rusia y como es natural, ya
no volvió. Gracias a su huida, Amadip tiene cedida gratuitamente una lujosa
mansión en Calvià. Una bonita carambola.
(Publicado en Última Hora)
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