11 enero 2014

NEUTRALIZAR AL JUEZ CASTRO


Hace ya muchos meses que Cristina de Borbón, si no fuera la hija del Rey, hubiera comparecido ante el juez José Castro para dar explicaciones de su presunta participación en los hechos protagonizados por su esposo Iñaki Urdangarin a través de la sociedad Aizoon, propiedad de ambos. Su mismísimo secretario y miembro del personal de La Zarzuela, Carlos García Revenga, ya lo hizo como imputado en febrero del año pasado, ya que fue tesorero del Instituto Nóos. Los indicios son abrumadores para cualquiera que quiera verlos y los esfuerzos de la Fiscalía para ahorrarle el trance chocan frontalmente con un mínimo sentido de la Justicia muy difícil de aceptar. ¿Hemos de creer a Horrach cuando afirma, tras reunirse con el fiscal jefe Anticorrupción Antonio  Salinas, que se está pensando si recurrir o no y que tiene las manos libres para actuar según su propio criterio? Es difícil hacerlo.

Hace falta estar muy convencido de lo que se hace para actuar como lo está haciendo el magistrado Castro. A pesar de sus comentarios a veces fuera de lugar y de su exceso de ironía, está demostrando tener un enorme coraje y un profundo sentido del deber. Los insultos y ataques que los medios conservadores y monárquicos profieren contra él, le enaltecen y retratan a la perfección a aquellos que los emiten, contrarios a que la Infanta sea investigada. La Fiscalía Anticorrupción, la Agencia Tributaria y la Abogacía del Estado están actuando de una forma torticera para proteger a Dña. Cristina y a su través, a la Corona. Están consiguiendo justamente lo contrario.

En la anterior desimputación de la Infanta, la Sección 2ª de la Audiencia se mostró dividida y el magistrado Juan Jiménez emitió un voto particular al discrepar de sus colegas. Jiménez acusó al fiscal de neutralizar la acción investigadora del juez y de pretender “que la convocatoria a declarar ante el Magistrado Instructor contenga la determinación de los hechos que se imputan”, cosa que al final Horrach ha logrado. Además, afirmó refiriéndose a Urdangarin: “No se puede descartar que su esposa tuviera conocimiento de la situación”. Es de suponer que Jiménez mantendrá su criterio favorable al juez Castro y a que Dña. Cristina comparezca ante él como imputada. Lo que finalmente suceda está en manos de Diego Gómez-Reino y Mónica de la Serna, jueces que se mostraron implacables con UM. Habrá que ver si la hija del Rey les amilana.

(Publicado en Última Hora)

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