07 febrero 2012

PRÁCTICAS MAFIOSAS DE LA FISCALÍA



El jueves pasado el periódico El Mundo/El Día de Baleares publicó la siguiente noticia: “Anticorrupción y Vicens retoman la negociación para ‘tirar de la manta’. Ya sabíamos por anteriores informaciones periodísticas que a finales de 2010 Bartomeu Vicens recibió la visita en la cárcel de los fiscales anticorrupción Juan Carrau y Pedro Horrach, quienes le ofrecieron materializar un pacto si implicaba a otros imputados en el caso Can Domenge, Son Oms y Maquillaje. Desde que Vicens ingresó en el centro penitenciario de Palma el 6 de julio de 2010 para cumplir una condena de 3 años por malversación de 12.000 euros, no le ha sido concedido ningún permiso penitenciario de salida y ya son dos las navidades que ha pasado interno.

El Diario de Mallorca publicó el 16 de junio de 2010 una información que titulaba así: “Nadal rechazó una oferta del fiscal para rebajarle la pena si implicaba más a Munar. Anticorrupción le propuso en marzo que confesara y que involucrara a la ex presidenta de UM y del Parlament en una trama urdida para vender a bajo precio los terrenos de Can Domenge”. Este titular explicaría la noticia que publicó el mismo rotativo pocos meses después, concretamente el día 15 de octubre de 2010: “El fiscal rechaza reducir la pena a Nadal pese a que confesó junto a otros acusados. Los tres gestores de la productora Vídeo U evitaran la cárcel gracias a su colaboración”.

He aquí la prueba palpable de que la fiscalía no se ajusta al espíritu de la Ley y asume conductas típicamente mafiosas, posiblemente más ilícitas que las que dice perseguir. La diferencia entre ir a la cárcel o no ir estriba para muchos imputados, como hemos visto en el juicio de la primera pieza separada del caso Palma Arena, en que algunos de los implicados señalen directamente a quienes los fiscales quieren abatir, a las piezas más grandes, las más codiciadas: sus superiores jerárquicos. En este caso, el ex presidente Jaume Matas. En los anteriores ejemplos, la señora Munar.

Sostengo que este modo de conducirse en contrario a la Ley porque una cosa es lo que esta prevé en el caso de que alguien quiera colaborar con la Justicia por su propia iniciativa y voluntad y repare el daño causado, para lo que existe la atenuante correspondiente de colaboración con la Justicia. Sin embargo, otra cosa muy distinta es que sean los propios representantes del ministerio público quienes mediante coacción directa o indirectamente logren la colaboración, siempre que digan lo que ellos quieren oír y que implique a quienes ellos consideran responsables. Sin más pruebas que el testimonio de un co-imputado que además, logra eludir la cárcel gracias a su colaboración. Y en caso contrario, ni moderación en las peticiones de pena, ni siquiera permisos penitenciarios de navidad.

Sostengo que los pactos con la fiscalía son la antesala de la fabricación de pruebas falsas. Y los ofrecimientos de los fiscales a Bartomeu Vicens son una prueba contundente. “Colaborando con la Justicia y confesando las claves que subyacen en el amaño de Can Domenge (…) Vicens podría ver mejorada ostensiblemente su situación. Especialmente en lo que respecta a un calendario para conocer cuando podría salir de prisión. No es un movimiento casual. El ex dirigente político debe sentarse la semana que viene en el banquillo de los acusados de la Audiencia por segunda vez. Y por segunda vez tiene un oscuro panorama judicial por delante.” No lo digo yo. Lo dice el periódico El Mundo. Hoy empieza el juicio al que se refería la información sin que, al parecer, Bartomeu Vicens haya sucumbido a la seducción tramposa de los fiscales. Veremos qué tal le tratan los fiscales por no obedecerles y decir lo que ellos quieren oír, al margen de su veracidad, que eso parece no importarles en absoluto.

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