21 enero 2012

CATALANISTAS RADICALES VIOLENTOS

Nada hay mejor y más efectivo hoy en día para descalificar a alguien que tacharle de radical. Es un epíteto que nunca falla. Si le añadimos a continuación otro adjetivo como violento, se convierte en mano de santo. Nadie puede sentir la más mínima simpatía por alguien que es radical y violento. Si un grupo, grande o pequeño, protesta contra el  gobierno, inmediatamente es descalificado de plano por los medios y los periodistas a sueldo. Nada nuevo descubrimos. Y nada hay mejor que acusar a los manifestantes de radicales violentos. En el caso de que se manifiesten pacíficamente y solo silben o abucheen, acusarles de radicales violentos puede sonar excesivo, pero eso tampoco ha de convertirse en un problema. Rápidamente se puede inventar un incidente o magnificar algo que haya sucedido. Nunca hay que dejar que la realidad ensombrezca un buen titular. Siempre habrá un jefe de prensa dispuesto a inventarse una colleja a un conseller, o una pedrada a un regidor, o un tomatazo a un alcalde. O a convertir una caída fortuita en una plaza llena de gente en una víctima de la violencia intransigente. Total, como son radicales violentos es lo natural. A nadie extrañará si el conseller agredido lo desmiente un día después en la radio pública. O si el regidor apedreado ni presenta denuncia ni parte de lesiones alguno. O si el tomate que agredió al alcalde no aparece excepto en el titular. No pasa nada. Porque en el mismo medio bien se puede, paralelamente al llamativo titular “Activistas catalanistas lanzan tomates a Isern en el inicio de Sant Sebastià”, colocar un enlace donde se diga: “Vea todas las imágenes de la agresión” [http://www.elmundo.es/albumes/2012/01/19/revetla_baleares/index.html]. Pocos serán los que duden de lo que cuenta un periódico. Muy pocos los que tengan tiempo de ver las fotos. Casi ninguno que tras visionar las cinco fotos, no perciba ninguna agresión ni tomates volando, ni siquiera caídos en el suelo que es lo menos que se podría fotografiar: la prueba del delito. Y tampoco costaba nada tirarlo adrede para poder decir: “¿Lo veis? Aquí está el arma criminal”.

Nada se muestra porque nada hay. El conato de agresión es inexistente pero se requiere para poder descalificar a los manifestantes. Sus armas eran peligrosos carteles en los que se podía leer “A Mallorca, en català”, “Isern a l’infern” y otras consignas parecidas, a parte de dos inofensivas aunque desagradables banderas esteladas. Pero no importa: el delito ya está perpetrado. Son peligrosos activistas catalanistas que como radicales violentos que son, protagonizaron un conato de agresión contra el alcalde, motivo por el cual la policía no actuó ni detuvo a nadie, ni el reportero gráfico alcanzó a retratar el tomate porque lo verdaderamente peligroso eran las pancartas y sobre todo las dos banderas independentistas.

Por extensión, todos aquellos que no estén de acuerdo con la política lingüística del ejecutivo Bauzá, aunque sean del propio PP –y ya empiezan a ser demasiados los discrepantes que con su voto auparon a Bauzá a la presidencia del Partido en Baleares, optando por él y no por Delgado, aunque ahora comprueban que no había ninguna diferencia y se muestran decepcionados y engañados–, serán tachados de radicales violentos, o que apoyan a los radicales violentos que viene a ser lo mismo. Son traidores, ambiciosos y resentidos. Los columnistas afines se aprestarán a animarles a que si no les gusta, antes que criticar al Gobierno se marchen del partido y si no lo hacen, que sean expulsados con deshonor.

Así, tenemos que según la doctrina oficial, los palmesanos que abuchearon en la plaza de Cort al alcalde Isern el día de la fiesta de l’Estendart son radicales violentos. Los habitantes de Sa Pobla que en la revetla de Sant Antoni le dedicaron una sonora pitada a José Ramón Bauzá y gritaban “A Sa Pobla, en català!” no merecen mejor consideración.

Y a la postre, lo que es un derecho fundamental reconocido en la Constitución se convierte por arte de algunos medios de comunicación afines al poder, en la prueba irrefutable de radicalismo violento. Y catalanista, que aún es peor. Este camino es el que estamos andando tristemente en Baleares. Y por supuesto, el Gobierno no debe replantearse su política porque sería ceder al chantaje de los radicales violentos. La perseverancia en el error que está llevando a nuestros ilustres representantes a no poder salir a la calle sin un batallón de guardias civiles uniformados y otro batallón camuflados de paisano entre los que silban y gritan. Miren si no la decisión de anular el Consell de Govern en Felanitx por miedo a la ciudadanía. O el desmedido placaje de los escoltas de Isern ante un peligroso sujeto armado con un pasquín.

El Govern de José Ramón Bauzá y también el de Mateo Isern en Palma han decidido romper amarras con el pasado. La política lingüística que puso en marcha primero Cañellas y luego Matas no convence a Bauzá ni a Isern. Abjuran de lo hecho hasta ahora en su partido en esta materia, incluso del Estatut d’Autonomia de 2007 que en su artículo 4 establece que el catalán es la lengua propia de las islas por más que Bauzá en su discurso a favor del bilingüísmo, manifiesta que tanto el catalán como el castellano son las lenguas propias de las islas. Dicen que rebajar el requisito del catalán para que solamente sea considerado un mérito es una medida destinada a eliminar discriminaciones, pero es obvio que las introduce. 


Parecen no haber medido bien sus fuerzas, porque no todo el mundo en el PP está dispuesto a renegar públicamente de las políticas emprendidas y que lograron un elevado consenso en 1986 con el mismo desapego que los dos próceres populares. El nuevo PP que encarna Bauzá  abandona la moderación y el consenso en este asunto y acusa de radicales violentos a quienes le critican por ello. Sin embargo, a poco que se vea la entrevista que mantuvo Bauzá con Federico Jiménez Losantos queda claro quién es el radical, que le anima a castellanizar Baleares, hasta ahora en manos de las hordas independentistas rojas por más que casi siempre gobernada por los populares. 


Losantos sostiene que la lengua mayoritaria en las islas “ha sido siempre el castellano” y finaliza poniendo a caer de un burro a todos los dirigentes autonómicos del PP que no han seguido sus dictados en materia de lengua, desde el mismísimo Manuel Fraga hasta Núñez Feijoo, pasando por Francisco Camps. ¡Prácticamente los equipara con Jordi Pujol!


Si cree el Govern que lo que está haciendo en materia lingüística es lo correcto, a pesar del clima que está generando y de las protestas, pues háganlo. Están en su derecho. Si cree que es lo mejor para Baleares cambiar el modelo vigente hasta ahora con el consenso general y  rebajar la presencia pública e institucional de la lengua propia de las islas, pues adelante. Tienen el suficiente respaldo parlamentario para hacerlo. Pero por favor, no criminalicen a quienes no piensan como ustedes. Muchos incluso dentro del propio Partido Popular, donde además yo opino que son minoría los que apoyan a Bauzá-Delgado, muchísimo más en la part forana y en Menorca, Ibiza y Formentera. Andar ese camino es dañar la democracia, porque las protestas, por más que sonoras e incómodas, si son pacíficas, siempre son legítimas. Y yo añado que hasta positivas. Maticemos que desplegar un pasquín es una protesta pacífica y no alcanza el grado de “agresión” ni de “acto propio de intolerantes”. ¿Acaso nos sentiríamos mucho mejor como en Corea del Norte o Cuba, con todos los ciudadanos formados ante sus gobernantes, aplaudiéndoles y vitoreándoles hagan lo que hagan? Si no llevan cuidado, el PP de Bauzá puede terminar considerando persona non grata a la mitad de su partido, y acusando de catalanistas radicales violentos a Gabriel Cañellas o a Xisco Fiol, entre otros. Toni Pastor y Cristòfol Soler, por descontado lo son porque lo han sido siempre, según ellos. ¡Pero es que también lo son a ojos de algunos incluso Matas, Zaplana y Camps…! ¿No queda así bastante claro que el PP balear está abandonando la moderación para introducirse en un terreno oscuro, frío y repleto de  intransigentes? Si además pretende no sufrir un desgaste por ello, Bauzá confirma que su bisoñez política es temeraria.

1 comentario:

Anónimo dijo...

SOU UNS ESPANYOLISTES CENTRALISTES RADICALS I VIOLENTS PER ENFONSAR UNA LLENGUA QUE NO ESTÀ EN IGUALTAT DE CONDICIONS:
TELEVIONS EN CASTELLÀ: MÉS DE 100
TELEVISIONS EN CATALÀ: 1
PERIÒDICS EN CASTELLÀ: MÉS DE 100
PERIÒDICS EN CATALÀ: 1
ETC, ETC, ETC
AIXÒ ÉS IGUALTAT?
AIXÒ ÉS BILINGÜÍSME?
AIXÒ ÉS IMPOSICIÓ FRANQUISTA, ESPANYOLISTA I TOTALMENT ACTUAL!!