30 noviembre 2008

Delitos en el inicio del movimiento sindical

Hoy haré un ejercicio de memoria histórica con ayuda del libro “Los laberintos en la reciente historia de la Policía”, de Mauricio Moya Lucendo, editado por el SUP en 2002. Ni que decir tiene que recomiendo a todos su lectura, por lo interesantísimo de todo lo que allí se cuenta y dados de los gravísimos errores que cometieron otros sindicalistas que, antes que nosotros, se abrían paso al principio de la existencia de organizaciones sindicales en el Cuerpo Nacional de Policía y de las que deberíamos aprender nosotros. Porque también nosotros cometemos errores, por más que se quiera mirar hacia otro lado cuando ello sucede y mucho menos, ocultárselos a los afiliados y afiliadas, que es la tendencia que se percibe.

Cada vez tenemos menos información de lo que sucede en AUGC. La página web oficial no nos informa de más noticias que las que podríamos encontrar en un buscador como google. Ya no existen los boletines que cada dos semanas se editaban y que mantenían informados a todos y todas... y hay importantes decisiones que a todos afectan y no se explican a los afiliados y afiliadas de base. Parece que los únicos que tengan derecho a conocerlas son los secretarios generales provinciales y federales. Como si fueran jefes de comandancia que transmiten la información según su propio criterio y ocultan a sus subordinados lo que no les conviene que se sepa. Como ejemplo, diré desde aquí que el día 4 de diciembre en Madrid hay una reunión a la que únicamente están invitados a participar los Secretarios Generales provinciales y federales, donde está previsto que se aborden importantes cuestiones que a todos conciernen. ¿Cuantos afiliados y afiliadas tienen conocimiento de ello? Practicamente ninguno.

Escribía Mauricio Moya:

“Del Sindicato Profesional de Policía (SPP), al ser el segundo creado en el seno de la Policía española, ya se han dado algunas pinceladas referidas a sus primeros años de existencia. Es el momento de continuar con los avatares de la historia de la organización sindical que, hasta ahora, ha sido hegemónica en la Escala Ejecutiva del Cuerpo (inspectores e inspectores-jefes). Y vamos a retomar la historia del SPP con un acontecimiento a la vez lamentable y espectacular, como fue la detención de su Presidente Nacional, Manuel Novás. Recordemos que este dirigente sindical se había convertido en un importante líder, aunque quizás más extramuros de la Policía que en el seno de la misma. Facilidad de palabra, frecuente presencia en los medios de comunicación y la complicidad de Modesto García, dirigente de la USP, hicieron de Novás uno de los policías más conocidos de España. En este contexto, el 18 de febrero de 1985 se produjo un hecho sorprendente. Sobre las 4 de la tarde, el Presidente del SPP era detenido por varios miembros del Sindicato, en concreto por José Martínez, Tomás Corchera, Jesús Nieto y Jaime Serrano. Alguien llamó a TVE para que filmara la salida de Manuel Novás de la sede sindical como detenido. Le acusaban de haberse apropiado de más de 14 millones de pesetas pertenecientes a la organización. El juez de guardia, Joaquín Navarro, lo dejó en libertad a las diez de la noche, y en la última edición del telediario de TVE se entrevistaba a Novás que manifestó no haber cometido delito alguno. Su amigo, Modesto García, le apoyó desde el momento de su detención e hizo todo lo posible para que fuera puesto en libertad.


Manuel Novás Caamaño fue elegido Presidente del SPP el 28 de febrero de 1983, fecha en la que tuvo lugar el VI Congreso del Sindicato, celebrado en Fuengirola (Málaga) y mantuvo durante su mandato un discurso progresista, a la vez que constantes enfrentamientos con la cúpula del Ministerio del Interior y de la Dirección General de la Policía. En aquellas fechas, Rafael del Río era el Director General de la Policía y Antonio Garrido, Jefe Superior de Madrid. La detención de Manuel Novás sacudió al mundo sindical en la Policía y en los días posteriores se dispararon los rumores sobre lo que podría estar detrás de su detención. El SPP había decidido antes realizar medidas de presión contra el Ministerio del Interior en el supuesto de que éste no atendiera las reivindicaciones planteadas por el Sindicato. A nivel interno, el discurso de Novás era demasiado progresista para la gran mayoría de afiliados que era, y sigue siendo, conservadora, aunque ya hubiera superado la etapa de vacilación con respecto a la democracia. Por si esto fuera poco, Emilio Rodríguez Menéndez, abogado del SPP, y al que algunos consideraron el promotor de la detención de Novás, estaba en medio de la trifulca, al tiempo que altos cargos de la Dirección General de la Policía filtraban a un periodista del diario “El País” el expediente policial del abogado. Todo esto enredaba la verdadera causa de su detención. Se le acusaba de apropiarse de dinero obtenido a través de la publicidad de la revista del Sindicato, y este es un campo donde ha habido graves irregularidades por parte de muchas personas dentro y fuera del mundo policial. El uno de marzo de 1985 Novás era ingresado en la ya desaparecida cárcel de Carabanchel por orden del instructor del sumario, el juez José Luis Barragán, siendo procesado y posteriormente condenado.

El SPP demostró en este episodio madurez y capacidad de reacción. En un primer momento, su Junta Nacional suspendió provisionalmente de funciones a Novás, así como al Presidente regional de Madrid, Jesús Nieto, uno de los autores materiales de la detención. Se eligió una Comisión gestora integrada por los responsables del SPP en Barcelona, Valencia y Valladolid, decidiéndose celebrar el Congreso extraordinario. Esto tuvo lugar en el mes de abril de 1985, siendo expulsados del sindicato Manuel Novás, Jesús Nieto y José Martínez. Fue elegido como Presidente Miguel Martín Pedraz, hombre conservador, prudente, del agrado de la cúpula policial y mucho más en la línea de lo que era el SPP. Pedraz consiguió que el Sindicato no se descompusiera, a pesar de que más de un 15% de sus afiliados se dieron de baja, y que el grave episodio de la detención de Novás fuera olvidado lo más pronto posible. A pesar de las bajas, el SPP continuó con el liderazgo entre los inspectores de Policía españoles”.

Como se puede ver, los inicios del sindicalismo en el CNP fueron agitados y poco tranquilos, como ha sucedido en ocasiones en AUGC. Diferentes formas de hacer las cosas, diferentes ideologías, interferencias y maniobras sucias de algunos partidos políticos para hacerse con el control de las organizaciones, diferentes prioridades entre nosotros y algún que otro caradura que ha pretendido llenarse sus bolsillos con dinero de otros. Porque caraduras hay en todos lados, hasta en la Policía y en la Guardia Civil. Y por eso no hay que tener ningún reparo en que se sepa y echarlos en cuanto se detecta su presencia. No se deben tolerar situaciones irregulares que ponen en entredicho la función y el quehacer de toda la organización. La Asociación es más importante que cualquiera de nosotros y es mucho lo que está en juego. Y aquellos que se oponen a investigar irregularidades, son tan responsables como las que las cometen. A todos los efectos.

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