08 julio 2008

Sentencia absolutoria

Hoy me apetece dar una mala noticia a mis enemigos –me consta fehacientemente que algunos tengo y que les joderá leer lo que voy a escribir– y una buena noticia a mis amigos –me consta igualmente que los tengo, y espero que se alegren de lo que voy a contar–.

El día 27 de diciembre de 2007 fui condenado por un juzgado de Granada a una multa de 60 euros y al pago de las costas procesales, como autor de una falta de injurias leves, por haber llamado supuestamente “indeseable” e “hijo de puta” a Antonio Valderas Martos, un guardia civil retirado que hace algunos años fue secretario general de AUGC en Granada, para desgracia de los socios destinados en aquella provincia y también para los de todos aquellos compañeros de AUGC que tuvimos que soportarle hasta que fue expulsado por Fernando Carrillo. La sentencia dictó de una manera un tanto ligera y sin más prueba que el testimonio de un amigo del denunciante que curiosamente y según su versión, oyó nuestra supuesta conversación telefónica, que yo le había injuriado por teléfono con los calificativos que ya he citado y que no son otros mas que supuestamente “indeseable” e “hijo de puta”. Evidentemente, yo siempre mantuve que las acusaciones de Valderas eran falsas y malintencionadas.

Pues bien, la Audiencia Provincial de Granada, el 10 de junio del año que corre, ha dictado Sentencia del recurso de apelación que formulamos en su día, absolviéndome de la falta por la que fui inicialmente condenado. La Audiencia Provincial no acepta los hechos probados de la sentencia recurrida y los sustituye por estos: “En el presente juicio de faltas se dictó por la Sección Segunda de esta Audiencia Provincial sentencia con fecha 18 de septiembre de 2006 en la cual se declaraba la nulidad de la dictada por el Juzgado de Instrucción nº 7; desde tal fecha hasta el 7 de mayo de 2007 no se realizó actuación procesal alguna”. Y finalmente falla: “Que estimando el recurso de apelación promovido por el Procurador Sr. Saz Catalá en nombre de Joan Miquel Perpinyá debo declarar y declaro prescrita la falta por la cual venía acusado, absolviéndole libremente y declarando de oficio las costas causadas”.

Es curioso que Valderas no haya difundido esta sentencia, porque de tanto en tanto, este chico, a quien Dios conserve su lobezna astucia, hacía públicas entre los correos de los dirigentes de AUGC y en foros de guardias civiles, las sentencias que me condenaban, pero jamás ha hecho lo propio cuando las sentencias le han sido desfavorables, que es tanto como decir que me han sido favorables a mí. He dejado pasar algún tiempo para ver si tenía la dignidad de difundir esta definitiva Sentencia de la Audiencia Provincial de Granada y como observo que no lo hace, como yo ya suponía, he decidido hacerlo yo. Para que se sepa.

Por último, quiero recordar que Valderas denunció ante los tribunales a José Morata, ex-Vicepresidente de AUGC, y a Fernando Carrillo, ex-Secretario General, también por injurias durante una reunión de dirigentes de la Asociación en Madrid sirviéndose al parecer de una grabación de la misma sin ninguna autorización, que le prestó supuestamente otro expulsado de AUGC, Fernando José Morales. Tampoco en ese caso logró salirse con la suya.

Valderas, a quien vemos en la foto, acabó siendo cesado del cargo y expulsado de la organización a finales del año 2006. Y para perjudicar a AUGC y a la Junta Directiva Nacional, y para dar argumentos a nuestros rivales, siempre se presentó como víctima de una persecución por ser discrepante y por ser crítico con la JDN.

Ahora vemos cómo jamás fue la víctima, sino el verdugo, pues nunca nadie le denunció a él, sino que fue él quien disfrutaba atacando a la propia organización a la que pertenecía y denunciando a sus compañeros ante los tribunales por supuestas injurias que jamás fueron tales y ningún tribunal así lo estimó. Lástima de chico.

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