Ayer el señor Mariano Rajoy nos dio a todos una alegría cuando en su discurso de investidura, entre otras muchas cosas, anunció la puesta en marcha de un paquete de reformas económicas empezando por la del sector público, para primar la austeridad, lograr mayor eficiencia y evitar duplicidades. “Abordaremos por ello, con carácter urgente, una serie de medidas que permitan reducir costes y mejorar el funcionamiento de la Administración”. Esto, que es tan básico y necesario, imprescindible diría yo en tiempos como los que corren, ha sido la excepcionalidad en la administración pública, acostumbrada a dilapidar recursos en las estupideces más sórdidas. Solo en los últimos meses y debido a la alarmante falta de liquidez hemos visto cómo las Administraciones recortan todo lo recortable, lo cual es muy sano, pero seguimos comprobando que se sigue dedicando ingentes cantidades de dinero público a muchos conceptos que son difícilmente justificables en la coyuntura actual.
Publica ‘20 minutos’ que “Interior paga 500.000 euros al año para limpiar casas de generales” (http://www.20minutos.es/noticia/1249791/0/interior/limpieza/casas-generales/). En resumidas cuentas, se informa de que el Ministerio del Interior –es decir, todos los españoles con nuestros impuestos– paga la limpieza de las casas del director general de la Guardia Civil y de todos los generales, mientras el resto de agentes hace como todo el mundo, que es o limpiarlo cada cual o pagarlo de su bolsillo. En total, se destina medio millón de euros al año. El colmo del asunto es que, según la información publicada por ‘20 minutos’, un portavoz de la Guardia Civil indicó que esta es “una de las prerrogativas que tiene la cúpula de la Benemérita y que todo es legal ya que hay una normativa que así lo autoriza para los funcionarios de nivel 30”. O sea, que se reconoce impudicamente que son prerrogativas (esto es privilegios) pero que son legales. Deben serlo cuando se presupuesta y se adjudica a una empresa especializada las tareas de limpieza correspondientes en las viviendas oficiales de unos 35 altos funcionarios públicos de la Guardia Civil. Será legal, pero es bastante escandaloso y muy poco edificante. No les resulta suficiente con que el Estado ponga a su disposición una vivienda, sino que además hay que pagarles la limpieza, el mantenimiento y apostaría el cuello a que no pagan ni luz, ni gas, ni gastos de comunidad, ni teléfono, ni nada de nada.
Si quiere Rajoy ya tiene por dónde empezar a primar la austeridad. Urge liquidar el sistema de “prerrogativas” que envuelve a los altos mandos militares del Ejército y la Guardia Civil. ¿Cuántos millones nos cuestan a todos las casas, clubes militares, coches oficiales, conductores, asistentes, etc? Seguro que el dinero que se dedica en limpieza de las casas de los generales será muy bienvenido en adecentar alguno de los más de 3.000 cuarteles que la Benemérita tiene en toda España y cuyo estado es deplorable. Al fin y al cabo, imagino que si no se lo paga el Estado, es decir todos con nuestros impuestos, no serán tan guarros de no limpiarlo ellos... o pagarlo de sus suculentas nóminas, como hacemos los demás mortales. ¿O acaso se les ha olvidado lo que es hacer zafarrancho...? En nombre de la austeridad, es bien hora de que Rajoy les recuerde cómo se hace y que se dedique el dinero que llevamos pagando, medio millón de euros al año, a cosas que redunden en beneficio de todos y no en los privilegios de unos pocos altos funcionarios.
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