14 diciembre 2020

MUCHOS SE QUEDAN ATRÁS

Tengo un amigo que está muy preocupado. Su madre, dependiente de 80 años, padece Parkinson además de diabetes tipo 2 e hipertensión. El excelente sistema de salud pública del que gozamos en Balears y que en un principio nos sirvió de excusa para minusvalorar la gravedad de la pandemia de Covid19, la venía atendiendo con gran eficacia hasta que llegó el coronavirus. Entonces todo cambió porque, por lo visto, solo existe una patología que combatir y unos enfermos que curar. El resto no existe. El servicio de Atención Primaria desapareció para convertirse en un vulgar y secundario servicio de atención telefónica que ha hecho de nuestros médicos de familia meros teleoperadores. La madre de mi amigo es visitada por su neuróloga en Son Espases y recibe regularmente fisioterapia, terapia ocupacional y neuropsicología, pero es imposible concertar una visita con su médico de cabecera.

Cada vez que mi amigo oye a la presidenta del Govern, Francina Armengol, o a la consellera de Salut, Patricia Gómez, decir que no hay que dejar nadie atrás, siente como que se están cachondeando de ellos, porque lo cierto es que la recesión no es solo económica. Estamos retrocediendo inexorablemente en todos los ámbitos a una velocidad de vértigo. Especialmente en el ámbito sanitario, algo que jamás pudimos llegar a imaginar. El servicio de Atención Primaria ha sido desmantelado y sustituido por un servicio de atención telefónica que, al margen de no satisfacer las necesidades de los usuarios, acarreará nefastas consecuencias para la salud de los pacientes más delicados y vulnerables. Ya lo estamos comprobando. La delicada salud de nuestros mayores empeora sin la esmerada atención presencial de sus médicos y enfermeras, o sin los cuidados de sus terapeutas en los centros de día. Es algo evidente.

La madre de mi amigo recibe terapia en el Hospital Sant Joan de Déu del Coll d’en Rebassa. Van tres días por semana y la lleva en su coche, porque a causa de la pandemia no hay transporte sanitario colectivo. Tiene que estacionar en el aparcamiento de pago que gestiona la SMAP. Vamos, el Ajuntament de Palma. Hicimos que el aparcamiento de Son Espases fuera gratis pero los pacientes de Sant Joan de Déu, en su mayoría crónicos, deben pagar quieran o no. 

Pido perdón por mentirles. Es la primera vez en muchos años que lo hago. No se trata de la madre de un amigo. Y somos muchos los que estamos quedando atrás.

(Publicado en Última Hora 12/12/2020)

No hay comentarios: