14 diciembre 2013

HUMILLAR A MATAS


Si no hay circunstancias extraordinarias de reincidencia y peligrosidad, cuando alguien es condenado a una pena no superior a 2 años de cárcel y no tiene antecedentes penales, lo normal es que no sea encarcelado. Así lo recomienda la penología y la ciencia penitenciaria al atender los efectos perniciosos de la cárcel en delincuentes primarios, en aras de la reeducación y reinserción social de las penas privativas de libertad que  establece la Constitución. Así lo ha hecho casi siempre la Audiencia Provincial hasta que llegó el caso de Jaume Matas. Aunque no existe ningún riesgo de reincidencia, los jueces quieren darle un escarmiento, con extrema dureza, para que sirva de aviso a navegantes, lo que lleva implícito un agravio comparativo y un disfavor y por tanto una injusticia. Los magistrados y los fiscales quieren expiar sus propias culpas por su actuación hace años en Mapau y Bitel. El fiscal jefe Antonio de Vicente Tutor, fallecido recientemente, intentó sin éxito que aquello no quedara impune, lo que a la postre le costó el cargo entre cuchilladas de sus propios compañeros. Ahora parece que hay quien se lame las heridas y quiere cerrar un ciclo.

¿Por qué Antonia Martorell –por poner un ejemplo– condenada a 2 años por un delito continuado de falsedad en documento mercantil, elude la cárcel si paga 7.200 € y Matas no puede eludir 9 meses pagando 10.840 €? En el primer caso, la esposa de Vicens elaboraba facturas falsas para ocultar los cobros ilegales a través de Metalumba hasta un total de 517.000 €. Por el contrario, en el caso de Matas el delito es de tráfico de influencias por haber beneficiado a Antonio Alemany con 140.000 €. ¿Dónde está la proporcionalidad?

Matas lo tiene todo en su contra y solo puede hacer dos cosas: claudicar e ir a prisión o esperar el indulto del Consejo de Ministros, que contará con los informes desfavorables de la Fiscalía y del tribunal. Si va a la cárcel, el primer trimestre estará en régimen cerrado, el segundo posiblemente se le conceda el tercer grado y los últimos 3 meses estará en libertad condicional. En nada se favorece la reinserción social del reo pero da igual porque lo que se persigue es humillar a Matas. Quizás le convenga al ex president que no le den el indulto porque las juezas que tan mal han encajado la sentencia del Supremo al enmendar su sentencia, se cobrarán venganza en los demás casos que están por juzgar.
 
(Publicado en Última Hora)

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