Últimamente me viene a la cabeza una de las frases que
el ex presidente José María Aznar utilizaba habitualmente.
Era algo así como: sólo puede haber un partido, un programa y un líder. Esas
fueron durante muchos años las directrices por las que se regía el Partido
Popular. Uno podía estar de acuerdo o no, pero no cabe duda de que unas ideas
simples, muy claras y nada contradictorias ayudaban a reforzar el papel de una
formación política de ámbito nacional con vocación de gobernar. Lamentablemente
eso parece haberse perdido en el partido que actualmente ejerce la acción de
gobierno en el Gobierno del Estado y en buena parte de sus comunidades
autónomas.
Alguien tendría que explicar por qué el presidente de Extremadura, José Antonio Monago, plantea compensaciones por la subida del IVA en el ámbito cultural, cuando su partido a nivel nacional no ha dado directrices en ese sentido. Así, no extraña que Fabra desde la Comunidad Valenciana califique su propuesta de “desafortunada”.
Pero es que la propia secretaria general nacional del PP, María Dolores de Cospedal, simultáneamente presidenta de Castilla-La Mancha, propone la reducción del número de diputados autonómicos de su comunidad autónoma y la supresión de los sueldos a los parlamentarios y mantener tan solo las dietas por asistencia a plenos y comisiones. ¿Qué razón hay para que tal medida se verifique en Castilla-La Mancha y no en Baleares, donde tanto el presidente Bauzá como el portavoz Bosch han mostrado su desacuerdo?
Buena parte del crédito de los partidos nacionales se debe a justamente eso: su carácter nacional. Un solo partido, un solo programa y un único líder. Internamente, todo el debate que haga falta. De cara al ciudadano: todos a una. De lo contrario, su desprestigio
Alguien tendría que explicar por qué el presidente de Extremadura, José Antonio Monago, plantea compensaciones por la subida del IVA en el ámbito cultural, cuando su partido a nivel nacional no ha dado directrices en ese sentido. Así, no extraña que Fabra desde la Comunidad Valenciana califique su propuesta de “desafortunada”.
Pero es que la propia secretaria general nacional del PP, María Dolores de Cospedal, simultáneamente presidenta de Castilla-La Mancha, propone la reducción del número de diputados autonómicos de su comunidad autónoma y la supresión de los sueldos a los parlamentarios y mantener tan solo las dietas por asistencia a plenos y comisiones. ¿Qué razón hay para que tal medida se verifique en Castilla-La Mancha y no en Baleares, donde tanto el presidente Bauzá como el portavoz Bosch han mostrado su desacuerdo?
Buena parte del crédito de los partidos nacionales se debe a justamente eso: su carácter nacional. Un solo partido, un solo programa y un único líder. Internamente, todo el debate que haga falta. De cara al ciudadano: todos a una. De lo contrario, su desprestigio
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