Era muy previsible (yo así lo anuncié hace unos días en IB3 TV) que estos autócratas que ahora ven amenazado su trono en Bahréin, Yémen, Marruecos, Argelia, Irán, Jordania, Libia y Siria, ante la protesta espontánea y pacífica de sus conciudadanos, recurrieran a la fuerza desmedida para reprimir las ansias de libertad. Y así tenemos el resultado trágico y luctuoso que detallan los medios de comunicación y que se incrementa de minuto en minuto. Antes de abandonar el poder, deciden sacar los tanques a la calle y ordenan al ejército y a la policía disparar contra los manifestantes. Queda feo decirlo, pero debo reconocer que no lamentaría en absoluto que a estos sátrapas les suceda lo mismo que le pasó a Chauchescu en Rumanía. Es lo que tiene enfrentarse a tu propio pueblo…
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