02 diciembre 2010

AUGC: teatro de máscaras en la Guardia Civil

Hace tiempo que no escribía en mi blog por varios motivos. Fundamentalmente, porque la necesidad de compartir mis reflexiones se ve colmada a través de mis intervenciones en los medios de comunicación con los que colaboro de forma ocasional. Sin embargo, voy a intentar retomar mi actividad literaria en el blog de forma más regular. Espero conseguirlo.

Como se podrá sospechar, ha sucedido algo que me ha impelido a terminar mi silencio. Ha sido algo en el ámbito de la Guardia Civil y de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC). Algo que considero grave, no por el hecho en sí, sino por la suma que resulta de unos cuantos actos con los que no puedo estar de acuerdo y quiero que así conste. Pero antes de nada debo decir que apoyo en todo las reivindicaciones de los y las guardias civiles y me solidarizo plenamente con aquellos compañeros que, por defender los intereses de los afiliados y afiliadas a AUGC, sufren represalias en forma de expedientes disciplinarios. He pasado por ello antes y sé lo duro que es. Pero hay cosas con las que no puedo estar de acuerdo porque considero equivocadas y contraproducentes.

El día 25 de junio de 2010, la asociación profesional de la que fui secretario de comunicación (julio 2003 - octubre 2006) y secretario general (octubre 2006 - abril 2008), llevó a cabo una concentración en Madrid, junto a la sede del sindicato Comisiones Obreras, donde unas personas disfrazadas con capotes verdes, tricornios y esparadrapo rojo en la boca, reclamaban en nombre de AUGC “No más recortes. Por una jornada laboral digna”. En un lateral, sin tomar la pancarta, pudimos ver al actual secretario general de AUGC y vocal del consejo de la Guardia Civil, Alberto Moya. Debo decir que ya me pareció equivocada esta representación teatral, básicamente por lo que tiene de salto en el tiempo, recurriendo a agentes retirados para reivindicaciones que deben protagonizar los interesados, si de verdad lo son.

El 18 de septiembre de este año 2010, AUGC cosechó un éxito importantísimo al celebrar una manifestación en Madrid que inicialmente había sido prohibida por la Subdelegación del Gobierno y posteriormente autorizada por los tribunales de Justicia. A esta manifestación acudieron miles de agentes de toda España.

En este ambiente de encendido conflicto colectivo, donde incluso el ministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba pidió “por favor” a los agentes de la Agrupación de Tráfico que cesaran en sus protestas y abandonaran la “huelga de celo”, volviendo a denunciar las infracciones como lo hacían meses antes; se han abierto numerosos expedientes disciplinarios a varios dirigentes de AUGC. En ciertos casos, la acumulación de sanciones sufridas pone en peligro grave la propia continuidad en el Cuerpo de algunos compañeros.

Pues bien, en esta coyuntura donde, por más que se ha señalado tras la manifestación de septiembre que la pelota está en el tejado del Gobierno, el ejecutivo no ha dado ninguna muestra de querer resolver el conflicto mediante la negociación y persiste en su empeño de recurrir a las sanciones disciplinarias contra dirigentes de AUGC (quienes, dicho sea de paso, no lo ponen muy difícil ateniéndonos al contenido de ciertas declaraciones ante la prensa), los dirigentes nacionales de AUGC, fundamentalmente aquellos que están en situación más comprometida desde el punto de vista disciplinario, parecen haber caído en la desesperación y en el pánico.

Antes de ayer, martes 30 de noviembre, comparecían ante la prensa tres compañeros en situación de retiro vistiendo su uniforme pero encapuchados, para leer un manifiesto donde pedían el cese de los expedientes. La imagen lo dice todo.

Creo honestamente que es un grave error recurrir a los compañeros retirados para llevar a cabo actos de protesta que deben protagonizar en todo caso los dirigentes de la Asociación. Así lo entendimos en su día y así lo hicimos tanto mi antecesor Fernando Carrillo, como yo mismo. Obviamente, no salió gratis, pero ya se sabe que si alguien quiere conseguir algo, algo le va a costar... Sé de lo que hablo y creo que nadie me puede negar la coherencia de mis planteamientos. Ya no es época de reivindicar por persona interpuesta, mucho menos de esta guisa.

Digo más. Durante muchos años, antes de que yo llegase a ser secretario general de AUGC, fueron los retirados y las esposas de los guardias (todos recordarán las asociaciones de familiares y simpatizantes) quienes protestaban activamente. Y más allá de acumular titulares más o menos llamativos en la prensa, nada se consiguió. Absolutamente nada. Como sucede ahora. El ejecutivo de turno cargaba con el teórico desgaste y sancionaba a diestro y siniestro. Cuando de verdad se consiguieron cosas es cuando los guardias civiles nos pusimos al frente de las reivindicaciones y de la movilización cuando hizo falta. Dando la cara y a pecho descubierto. Sin capuchas. La razón esencial por la que, a mi juicio, no hay resultados es porque no hay estrategia y únicamente se llevan a cabo acciones absurdas sin continuidad, dando palos de ciego que no ayudarán ni, por un lado, a conseguir ninguno de los legítimos objetivos propuestos para mejorar la situación laboral del colectivo, ni por otro lado, revertir la delicada situación en la que algunos dirigentes se encuentran ahora mismo en el ámbito disciplinario. Más bien todo lo contrario. Rubalcaba no soltará la presa llevando a cabo acciones de dudosa legalidad y nula eficacia. Si alguien cree que la humillación de un ministro pidiendo “por favor” públicamente, o el varapalo de la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid sobre la manifestación, va a salir gratis, no sabe a quién tiene delante. Y menos aún van a doblegarse los altos mandos del Cuerpo, quienes a través de una asociación pantalla que ha visto recientemente la luz, ya se expresan en voz alta y sin miedo para criticar a AUGC y defender el estatus militar de la Guardia Civil.

A mi juicio, aquellos sobre quienes pesa mayor riesgo deben abandonar sus responsabilidades con urgencia y dejar de exponerse a un peligroso futuro profesional. Están absolutamente quemados y lo demuestra el mero hecho de que no son capaces de comparecer por sí ante la prensa, por temor a las represalias consiguientes. Es comprensible y humano. Pero sin quererlo, se han convertido en el verdadero talón de Aquiles de AUGC y por extensión, de todo el movimiento asociativo profesional, quien si carece del empuje decisivo de la organización mayoritaria, es incapaz de hacer nada.

Su prioridad, no cabe duda, es arreglar su delicada situación personal. Pero ellos ya no están en situación de procurarse el arreglo, como no sea a costa de todos los demás y de los objetivos de todos... Y las actuaciones teatrales que ponen en marcha, aún complican más la posibilidad de una salida digna y satisfactoria.

Pensar que Rubalcaba y los generales cederán, recurriendo a acciones teatrales estrambóticas con agentes retirados hace muchos años, que se visten el uniforme para presionar al Gobierno, es no tener ni idea de lo que cabe esperar del Gobierno y de su actual vicepresidente 1º y ministro del Interior. ¿Acaso no hemos aprendido nada?

Recuerdo que tras la manifestación del 20 de enero de 2007, el PSOE tardó 47 días en llamarnos para negociar los anteproyectos de ley que aprobaría el Gobierno. No lo hicieron hasta el día 9 de marzo. Durante esos largos 47 días, además de abrirnos expedientes por faltas muy graves a una veintena de compañeros y suspendernos a todos cautelarmente (eso es estar sometidos a auténtica presión, no lo que sucede ahora...), se maniobró de todos los modos posibles para desestabilizar internamente a AUGC. Y lo consiguieron meses más tarde. Siempre hay chacales dispuestos a saltar sobre quien sea, por miedo, por ambición o por quién sabe qué otros intereses. Algunos miembros de la JDN se reunían a espaldas del resto de compañeros con dirigentes socialistas y prometían la entrega de la cabeza del secretario general y del resto si sus expedientes quedaban en poco o en nada... Así sucedió. Los mismos que entonces aceptaron vender a la Asociación acabaron por ostentar su máxima representación con la anuencia de la mayoría, no de los afiliados y afiliadas, a quienes todo se ocultó para evitar males mayores y la desbandada general, sino de unos pocos dirigentes provinciales, algunos de ellos retirados, sin más capacidad que la de atender el teléfono en sus delegaciones y cuyos intereses están alejados de los objetivos comunes. Ahora parece que, al menos, nadie irá a apuñalar por la espalda a los actuales dirigentes, pero la situación está como está dada su incapacidad manifiesta para resolverla. Cuando se echa mano a los jubilados encapuchados, es que ya no hay nada más que se pueda hacer.

Después de algunos años de extrema docilidad con el PSOE, donde incluso se recibió puestos en pie y entre aplausos al director general del Cuerpo en una asamblea general en Madrid, la presión de los afiliados y afiliadas exigió resultados. Mejoras. Menos palabras y más hechos. Y lo cierto y seguro es que después de dos buenas leyes (la en su día tan criticada por algunos visionarios ley de derechos y deberes, y la de régimen disciplinario), que mi equipo y yo tuvimos el honor y la responsabilidad de negociar (no los actuales dirigentes, que de esto no saben nada), ningún progreso ha habido desde entonces que merezca tal nombre.

Empujados a la movilización, ahora se pagan las consecuencias de emprenderlas sin más estrategia que la contratación de autocares... Llenar autocares y abarrotar Madrid de guardias civiles era lo más fácil y lo hace cualquiera. Lo difícil es conseguir los objetivos propuestos a través de la negociación. Y transcurridos 74 días tras la manifestación, ¿qué se ha conseguido? NADA. Porque nunca se pensó en el día después. Se planteó la manifestación como un objetivo en sí mismo, sin caer en la cuenta de que era un fin para conseguir otros objetivos más tangibles e importantes. Pura incapacidad.

Y así las cosas, fruto de la desesperación y del miedo, se recurre a los retirados que ejecutan un sainete destemplado, ofreciendo a Rubalcaba y a los generales la certeza de que tienen a los negociadores de AUGC muertos de miedo y justamente en la situación más propicia para ellos. Y corriendo el riesgo de poner a la opinión pública en contra de la organización, como a mi parecer está sucediendo.

Lamento la situación enormemente, pero mientras no se reconozca por parte de todos los dirigentes actuales de AUGC, sean del ámbito que sean, que la actual JDN está abrasada e incapaz de solucionar el conflicto sin arder ellos mismos arrastrándolos a todos, no hay razones para pensar que la situación pueda remontar. Por descontado, tirar de retirados encapuchados no es el camino para volver a sentar al PSOE y a Rubalcaba en una mesa de negociación. Y tirarse al monte como algunos pretenden (y no hablo de las huelgas de hambre que algunos descerebrados proponen...) es estar muy alejado del sentir mayoritario del común de afiliados y afiliadas y a estas alturas, ya no es de valientes, es de suicidas.

22 comentarios:

Anónimo dijo...

muy bien perpi.contundente como siempre...

Anónimo dijo...

Todo correcto NO, CORRECTÍSIMO.
No es palabrería por hacer la rosca. Y lo digo como dirigente provincial de AUGC.
Mi pregunta es: ¿hay gente que quiera hacerse cargo del barco y los actuales lo abandonaran? Cosa que dudo.
Ánimos y saludos desde Badajoz.

Anónimo dijo...

Bla..bla...bla...bla...Cómo los del SOE. Palabrería barata. Añoranza de que fue él el gran salvador de la Guardia Civil. Qué los mayores retos los ha coseguido él, el gran mesías.

Perpi, sigue colaborando en las revistas que te tienen y deja trabajar a los que de verdad saben, que lo único que tú creaste fue una red de guardias en la dirección y todo fue un caos que los actuales han arreglado. Y eso sí, faltar el respeto a los compañeros, eso lo hacías muuuy bien. Tengo pruebas de ello.

Algunos conseguisteis cosas a los 47 días. Otros la conseguirán a los 47 años, pero lo conseguiran. Y quizás mejores que las que tú nunca podrás ya alcanzar. Ni sabrías.

A ti te jubilaron, o te dejaste jubilar. Otros prefieren defenderse para seguir en la picota. Y mira que lo tienen fácil para irse.

En fin, sigue haciendo eso, colaborar, que decidir ya te dijeron otros que no.

Anónimo dijo...

Tu que eras el sec.gral en la manifestación de uniforme deberías recordar que fue el 20 de enero de 2007, no de 2008, eso lo has olvidado, lo que no olvidas ni perdonas es que fuiste obligado a abondonar el cargo tras el éxito, deberías explicar porqué, eso no se lo perdonas ni a la actual JDN ni a las JDP. Tu que esperabas controlar AUGC manejarla a tu antojo te encontraste con que esos a los que tu ninguneabas te obligaron a celebrar elecciones a los dos años de haber sido elegido, eso no se lo perdonarás jamás, de ahí que cada vez que tengas ocasión cargues contra ellos. Nadie se acuerda ya de ti compañero podrías aplicarte el cuento.

Juan Ostos dijo...

Joan, pertenezco a augc desde antes que tú y conozco algo de los entresijos de la asociación y de cómo tú fuiste capaz de estar en una candidatura perdedora (Pardo) para pasar a formar parte de la JDN y dirigirla después. He de reconocer que tuviste un par en su momento y que hiciste lo correcto. De hecho, por eso mismo te apoyé desde mi modesta situación y colaboré con todas mis fuerzas para que todo saliera bien, porque creía, sabía, que era lo correcto. Sin duda, desde tu "apuñalamiento", al que tú te precipitaste con méritos sobrados, los tiempos han cambiado mucho. Efectivamente, las dos leyes que mencionas son importantes, pero hay que desarrollarlas y en eso estamos. Hablas de desestabilizar cuando tú regías los designios de augc. Dime, qué estás haciendo ahora mismo tú con estos comentarios. Efectivamente, la jdn actual cometerá errores, igual que hiciste tú y hacemos todos, pero no creo que sea el momento de ponerse de parte de Rubalcaba. Por cierto, en las negociaciones que dices sobre las leyes aprobadas, ¿no estaban unos cuantos de la actual jdn?
No trato de reprocharte nada de lo que hiciste y tus métodos, que tengo información de sobra, lo que pretendo es que te des cuenta del error en tu proceder y de que cuando hizo falta estuvimos a tu lado dando la cara. Por coherencia, como dices, haz lo mismo ahora y usa esta tribuna que tienes para construir y no para machacar.
Espero que saques mi comentario y no uses tu derecho a veto. Eso me demostraría que has cambiado algo con respecto a tu etapa como dirigente sindical.
Salud desde Córdoba, donde nunca se te aduló y siempre se te apoyó.

Anónimo dijo...

Perpiñan, tu tiempo creo que paso, muy valiente lo que tu hiciste como lo hiciste y lo que te costo dicha decisión, pero creo que tambien puedes asistir a las Asamblea como socio y no tener que decir cosas o tontas como dicen en mi pueblo en tu blog, pero la libertad de expresion es eso.
De todas formas nunca, y creo que hablo por casi toda la organización, te podremos pagar lo que hiciste cuando estabas de secretario general.
Un saludo.

Joan Miquel Perpinyà dijo...

Para el anónimo del 4/12/2010, a las 21:04:
La libertad de expresión, como tu bien apuntas, me permite escribir este blog. Es el ejercicio de mi libertad. Me limito a expresar mi opinión con toda la honestidad de que soy capaz, como hago habitualmente cuando voy a una tertulia en la tele o la radio.... Si voy o no a las asambleas, es mi decisión y nada me obliga a ello. Además, no tengo el más mínimo interés en lo que allí se trata. Creo que estaría bien que se reflexionara sobre cuestiones como las que yo planteo en mi artículo. En toda organización seria se llevan a cabo procesos de evaluación y se reflexiona sobre la estrategia emprendida, si es correcta o no, y si los réditos son los deseados... Es lo que una lástima que eso no se haga y quizás eso explique los paupérrimos resultados que se están obteniendo en los últimos años...

Joan Miquel Perpinyà dijo...

Para Juan Ostos:

He decidido satisfacer tu ruego y colgar tu comentario. Pero me veo en la obligación de aclararte un par de cuestiones para sacarte del error, pues estás profundamente equivocado. Yo jamás estuve en una candidatura perdedora -nunca jamás- y menos aún de Roberto Pardo. Todo lo contrario. Yo fui coordinador, como los más veteranos de AUGC recordarán, de “Iniciativa Democrática”, un movimiento interno que luchó para que el secretario general fuera Carrillo y no Pardo. Y a pesar de que Carrillo y Castro me incluyeron en su primera candidatura en el año 2004 yo rehusé ir en ella para no perjudicar en las elecciones y lograr el objetivo primordial, que era cambiar a la JDN.
Coincido plenamente contigo en que los tiempos han cambiado. De eso no cabe duda. En mis tiempos de secretario general y aún antes, mientras estuve en la junta directiva de Carrillo, lo de las capuchas hubiese sido impensable, así como lo de quitar el logo de AUGC de una pancarta, sólo porque había amenazas de expedientes... Lo que cabe preguntarse es si los cambios han sido buenos o malos, o si la estrategia actual de la organización sirve de algo o es absolutamente inútil y contraproducente, como yo sostengo en mi artículo. Los resultados brillan por su ausencia y el coste está siendo altísimo...
Ya que lo preguntas, te informo de que no hubo ni uno solo de los actuales miembros de la JDN en las negociaciones de la Ley Orgánica de Derechos y Deberes y la de Régimen Disciplinario. Los encargados de la negociación fuimos otros. Ellos no estaban ni participaron en absoluto. Jamás escribieron ni una línea al respecto y mostraron nulo interés. Y eso puede certificarlo el resto de miembros de la JDN, no yo. Debo reconocer, no obstante, que en la primera reunión Alberto Moya, entonces secretario jurídico, vino al despacho del portavoz parlamentario del PSOE en el Congreso de los Diputados y estuvo unas dos horas. Luego, dijo que tenía que marcharse porque tenía algo que hacer en Madrid. No me preguntes el qué porque ni lo sé ni me importa. Aquella era quizás la reunión más importante que AUGC hubiese tenido nunca hasta entonces. Estuvimos allí Santamarta, Moya y yo. Y Moya se fue a la mitad... Como es obvio, a las siguientes reuniones ya no fue convocado... Por tanto, nadie de la actual junta participó, ni directa ni indirectamente, en la negociación de las leyes. Su experiencia, por tanto, en estas cuestiones, seguramente sea poca...
Termino rechazando tu acusación de que uso mi blog para machacar. No es cierto. Lo que sucede es que discrepo firmemente de lo que se está haciendo, sin ninguna eficacia y a un gran coste asociativo y personal de muchos compañeros y compañeras. Me parece muy grave que se esté tirando por la borda todo el trabajo hecho en su día y me limito a expresar mi opinión... Lo de las capuchas supera todo lo visto hasta la fecha, según mi parecer. Y si otros otros prefieren mirar hacia otro lado, pues así sea. Yo me limito a emitir mi opinión libremente desde mi propio blog. Nada más.

Joan Miquel Perpinyà dijo...

Para el anónimo del 4/12/2010, 15:09:
Sé perfectamente qué día fue la manifestación. El día 20 de enero de 2007. Tienes razón. El 7 suele estar al lado del 8 en cualquier teclado. Pido perdón por el error mecanográfico. Yo recuerdo a la perfección aquella fecha porque estuve allí el primero de todos, poniendo la cara sabiendo a ciencia cierta que me la partirían. Pero no me importó. Lo relevante era conseguir las leyes que demandábamos al Gobierno. Y lo conseguimos, afortunadamente.
Nunca fue mi objetivo pasar a los anales de la historia ni siquiera hacerle la rosca a algunos dirigentes provinciales, pero es inevitable que la historia nos juzgue por nuestros logros y nuestros fracasos. Entonces, los objetivos de la Asociación eran otros mucho más prosaicos, plausibles y realistas; y los logramos a base de esfuerzo, sacrificio y trabajo. No parece que ahora se pueda decir lo mismo, donde los objetivos se han transformado en quimeras y los éxitos, sencilla y lamentablemente, nadie los ve por ningún lado. Y en mi opinión -ojalá me equivoque- en tanto en cuanto no haya un cambio de estrategia decidido y firme, así como de líderes que tomen el relevo a los actuales, no se conseguirán.

Joan Miquel Perpinyà dijo...

Para el anónimo del 4/12/2010, 12:25:
Parece obvio que los grandes retos y las metas más importantes se consiguieron durante los años en que yo fui secretario general de AUGC. A mi me correspondió liderar al colectivo hasta el éxito hasta el punto de lograr, a través de la movilización, que el Gobierno llevase al Parlamento dos leyes vitales. Si a eso tú lo denominas “un caos que los actuales han arreglado”, quizás hubiese sido mejor que no hubiesen tocado nada, vistos los deslumbrantes éxitos y mejoras laborales que los y las guardias civiles disfrutan en los últimos años...
Será digno de ver cómo se explica a los compañeros y compañeras, futuribles tan etéreos e intangibles como el que tú tan animosamente defiendes: que se tardarán 47 años -quizás, quién sabe, puede que si o puede que no, nada es seguro, lo importante es participar- en conseguir logros. Pero eso no deja de ser un pronóstico que hasta ahora, nadie vislumbra por ningún lado. Y ahí está el problema, que la palabrería no la pongo yo, sino otros a quienes les corresponde trabajar, obtener logros y dar la cara por todo el colectivo, sin capuchas ni disfraces. Hablo de mejoras en las condiciones de vida, salariales y de trabajo de los guardias civiles. Las que los compañeros esperan. No computo como gran éxito el premio nacional de la Asociación pro-derechos humanos de España., por más que sea una buena noticia. Me refiero a mejoras de verdad...
Seguir en la picota... ese es el gran problema, que sólo se aspira a seguir en la picota para defenderse pues creen que si no están ahí su defensa está perdida. Y mientras tanto, se contribuye a dejar la Asociación varada en la playa, sin posibilidad alguna de maniobra. Los objetivos del colectivo ya nada importan. Y ahí radica el problema. Que tras casi 80 días después de la manifestación, no se haga evaluación de lo conseguido, nadie asuma responsabilidades y busque el por qué de esta situación. Cualquier organización seria y madura, lo haría sin ningún trauma. Hay que seguir avanzando y analizar los posibles errores cometidos. Quizás la estrategia no sea la correcta. Yo así lo defiendo. Porque tres tíos encapuchados de uniforme hagan una rueda de prensa en nombre de AUGC ni se van a archivar los expedientes a los dirigentes ni se ayuda a que la cúpula del Cuerpo o del ministerio se sienten a negociar.

LOBOSOLITARIO dijo...

Joan respeto tu opinión y te respeto a ti por lo que te ha costado a ti defender los derechos de tus compañeros guardias civiles, a otros por las mismas circunstancias o parecidas nos ha costado lo mismo Joan, y es más te diré que aguantamos todo lo que pudimos por no llegar a la misma situación que tú, así que como ves se de lo que estoy hablando.
Pero Joan sigo pensando que toda esta critica la realizas desde el rencor por tu historia en un principio con el secretario de la Federación de Madrid y luego con la propia JDN, pero Joan a ellos también les está costando el defender los derechos de los guardias civiles, muchos más expedientes que los que te abrieron a ti, y a Agudo casi lo tienen en la picota como tu bien sabes, así que por favor Joan Miquel lo que necesitamos es tu energía y apoyo a la AUGC en estos momentos y más de un guardia civil (te digo guardia civil porque el que ha sido guardia civil como tú que ha sentido la profesión nunca deja de serlo), como tú que demostraste un coraje y valor para dar la cara que otros no tenían, por lo que ahora sería mejor que nos apoyases, que ya bastante caña nos dan otros, que tu sabes.
Un saludo.
Juan.

Joan Miquel Perpinyà dijo...

Lamento que una reflexión como la que yo he hecho no se analice por tu parte en su literalidad, sino a base de apreciaciones subjetivas alejadas de la realidad. Ya dije al principio que me me solidarizo plenamente con aquellos compañeros que, por defender los intereses de los afiliados y afiliadas a AUGC, sufren represalias en forma de expedientes disciplinarios. Y precisamente porque les apoyo y comparto los objetivos de AUGC, puedo asegurar que mi crítica surge de la preocupación por la falta de resultados tangibles de la movilización y también por la escalada de apertura de expedientes disciplinarios. Ante esta realidad, la organización, lejos de hacer autocrítica o evaluar la situación tratando de averiguar qué está fallando internamente (algún día habrá que dejar de dar la culpa de todo a los demás y ser capaces de ver si se hace todo lo necesario por parte de la propia organización o se yerra en la estrategia...), se lanza a una estrategia que no sólo va a resultar totalmente estéril, sino que además es contraproducente. Porque, insisto, por mucho que tres tíos encapuchados de uniforme hagan una rueda de prensa en nombre de AUGC, ni se van a archivar los expedientes a los dirigentes, ni se ayuda a que la cúpula del Cuerpo o del ministerio se sienten a negociar. El que tuvo tan formidable idea, a parte de ser un cobarde y actuar como el capitán araña, está poniendo las cosas más complicadas a los expedientados, a la organización en su conjunto y, por si todo fuera poco, está haciendo que se pierda el apoyo de la opinión pública. Hay cosas que se pueden y se deben hacer, pero a mi juicio, la estrategia actual es del todo errónea y estéril y, además, los líderes de la organización están absolutamente quemados y ya no son interlocutores válidos ante la Dirección General. Han tenido su oportunidad y es obvio que han fracasado.

Anónimo dijo...

“En las contiendas de la vida, de poco sirve el hombre de flacas coyunturas y desmayado ánimo, a quien los granos de arena se le figuran montañas y océanos las gotas de agua, que se asusta de un estornudo y en todo imagina insuperables dificultades aun mucho antes de tropezar con ellas. En nuestra época de incesante actividad sólo prospera quien lleva retratada la victoria en su rostro, quien vence la oposición a cuyo choque se rinde sin combatir las mentes débiles y no rehuye los problemas difíciles cuya resolución le exigen las vicisitudes de la vida, sino que domina todo cuanto se le va presentando en su camino.
Las gentes que fracasan o que no prosperan tienen el siniestro don de evocar y provocar dificultades en todo cuanto emprenden. Las ven desde muy lejos y paralizan sus esfuerzos. En cuanto se resuelven a la acción, recelan la dificultad, la esperan y por consiguiente, la hallan.”

Orison Swett MARDEN

Anónimo dijo...

Absolutamente lamentanbles todos y cada uno de tus comentarios, lo único que demuestran es el rencor que tienes a la actual JDN y en definitiva a la asociación que te quitó la confianza, seguramente por uno de los comentarios que haces en tu escrito sobre que la actual junta no supo nada de las negociaciones que llevaste a cabo con respecto a las dos leyes que se aprobaron tu mandato. Ese precisamente fue tu problema que quisistes hacerlo todo como un niño mal criado, egocentrico , prepotente y con problemas de identidad, que no supo agrupar los apoyos en una junta, y que la hizo trizas en poco más de año y medio. Que quieres que encima apoyemos tus barrabasadas, sigue escribiendo que solo te leemos unos pocos para recordarte que fuiste el breve por egocentrico.

Joan Miquel Perpinyà dijo...

Lo que se hizo en su día fue totalmente exitoso. Y no lo hice yo sólo, por supuesto, no hubiera podido nunca. Lo hizo una junta directiva que yo encabezaba compuesta por Santamarta, González Sempere, Camacho, Tebar y Perpinyà. Una junta directiva que, a pesar de no ser licenciados, sino simples guardias pelados y mondados, pero con principios, era competente, trabajadora y capaz. A los resultados me remito.
El resto de la junta, tres individuos que lideran ahora la asociación decidida y firmemente hacia el precipicio, no participaron mas que en el lamentable episodio que he narrado de la espantada de Alberto Moya en la reunión del 9 de marzo de 2007 con el subsecretario del Interior y el portavoz socialista en el Congreso. Por tanto, ni egocentrismo, ni prepotencia, ni nada de nada... Éxitos. Logros. Trabajo. Leyes. Eso es que lo que conseguimos los antes citados y yo, para los guardias civiles.
Y es cierto que la mayoría de responsables provinciales no consideraron que eso fuera importante. Sus intereses fueron otros y por eso hubo elecciones anticipadas. Prefirieron a los tres amigotes que les reían las gracias a aquellos que obtenían éxitos, pero no eran “guays”. Y ¿cual es el resultado? Cero éxitos, a un coste inasumible. Por tanto, lo que es lamentable es que se recurra a los jubilados encapuchados pidiendo el archivo de los expedientes de los dirigentes. Lo que es lamentable es que haya dirigentes de AUGC planteando huelgas de hambre. Lamentable es que los licenciados no obtengan mas que expedientes disciplinarios... Eso son barrabasadas y no lo que se consiguió hace casi tres años... Y por descontado es preferible ser breve y conseguir éxitos para el colectivo -que es lo que hicimos nosotros-, antes que ser un líder perpetuo pero estéril, como lo que hacen los actuales responsables de AUGC... Porque mis objetivos y los de mi equipo no fueron otros que los de conseguir las leyes que nos habíamos propuesto. No fue el de estar muchos años. No fue el de frenar los avances a cambio de archivar expedientes disciplinarios. No fue el de llevarnos bien con los delegados provinciales ni con el diputado Antonio Hernando o Mamen Sánchez, ni muchísimo menos salir a tomarnos copas con ellos... ¿Sucede eso ahora? ¿Dónde están los objetivos? La Asociación ha cambiado, pero a peor. Cero éxitos a un coste inasumible... Fracaso tras fracaso... Y lo que yo sostengo y nadie refuta es que la JDN está quemadísima y no van a conseguir nada de nada...

Anónimo dijo...

Lo que es un buen puesto. Me encanta la lectura de estos tipos o artículos. Puedo? Esperar a ver lo que otros tienen que decir.

Anónimo dijo...

Muchas gracias Perpi. Al fin nos enteramos de algo. Algun dia tienes que explicar todo lo que pasó para que te fueras precisamente cuando augc tuvo más exitos. Estos de ahora nos estan engañando y son unos inutiles.

Anónimo dijo...

Ya va siendo hora de que alguien desenmascare a estos que dirigen la augc. Tienen la asociación secuestrada a cambio de que no los empuren a ellos.

Anónimo dijo...

Envidia es el torpe homenaje que la inferioridad le rinde al mérito, y te deseo Joan Miquel para este nuevo año 2011, que dejes a un lado esa envidia que te consume desde hace tanto tiempo e inviertas tu energia en construir y no destruir.

Joan Miquel Perpinyà dijo...

Según la RAE, la envídia es "tristeza o pesar del bien ajeno" y por más que se busque, nadie encuentra ningún bien en AUGC actualmente, o al menos ninguno para los guardias civiles, por lo que no puedo tener ninguna tristeza o pesar; aunque da cierto enojo comprobar cómo los logros conseguidos hace algunos años se tiran por la borda. Pura incapacidad disfrazada con capuchas que no logran ocultar el fracaso de los dirigentes actuales, preocupados tan solo en lograr el archivo de sus expedientes.

Anónimo dijo...

Son unos inutiles y unos traidores... Mucha manifestación pero ahora que???? Han hundido la asociacion.

Jim dijo...

Clarito como el caldo de un asilo (que dicen en mi tierra).

Saludos.