24 septiembre 2016

PSIB Y MÉS AYUDAN A MATAS

Durante el Gobierno del Molt Honorable (es el tratamiento correcto que le otorga la Ley diga lo que diga con evidente animus injuriandi Laura Camargo) José Ramón Bauzá no se movía un folio en la Abogacía de la Comunitat Autònoma sin que lo supiera el titular de la conselleria de Presidència, Antoni Gómez. Ahora la Abogacía, dirigida por jurista Lluís J. Segura, se retira del ejercicio de acciones penales como acusación particular y perjudicada en la pieza separada número 24 del caso Palma Arena, sobre la compra del palacete de la calle San Felio por parte del expresident del Govern, Jaume Matas, dejando vía libre y expedita a la Fiscalía en el pacto que parece haber alcanzado con el expresident. Y también ha pedido el archivo de la pieza separada número 3, más conocida como caso Ópera, relativa al proyecto de construcción de un palacio de la ópera en el puerto de Palma, encargado al arquitecto Santiago Calatrava.  Resulta difícil creer que se trate de una coincidencia y aún más difícil aceptar que la Abogacía funcione por libre y no informe de sus actuaciones de calado a la consellera, Pilar Costa. Ambas cosas son gravísimas y lo natural sería que Segura fuese cesado o que lo fuera la consellera ibicenca. Imaginemos que esto hubiese ocurrido con un Govern del PP. ¿Qué hubiese dicho el PSIB? Los alaridos de indignación y el rechinar de dientes hubiesen sido ensordecedores y con razón. Pero la gravedad de lo ocurrido no depende del color político del Govern, sino de la decisión de la Abogacía en sí, lo que obliga a que alguien asuma la responsabilidad de lo ocurrido porque de lo contrario habrá que concluir que ha sido una decisión perfectamente consciente y voluntaria del Govern, por más que parezca inexplicable y que nieguen toda participación en la adopción de la misma. A Matas le ha tocado la lotería y no se sabe muy bien cómo ni por qué, su futuro plagado de nubarrones se torna de la noche a la mañana en una soleada y bucólica jornada primaveral, gracias a la disposición de la Fiscalía a pactar -por la endeblez de las pruebas existentes contra el exministro de Medio Ambiente, al menos en las dos causas citadas- y gracias a la misteriosa retirada de la acusación particular que ejercía la Abogacía de la CAIB. Ya se comprende que desde Podem y Més se tiren de los pelos porque con esto hay motivo y no con los planes de Francina Armengol de recuperar Son Dureta.

(Publicado en Última Hora)

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