08 junio 2012

MEDIDAS QUE HAY QUE MEDITAR

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, hábil como ella sola, ha vuelto a demostrar una vez más el animal político que lleva dentro. En una rueda de prensa celebrada ayer junto a su vicepresidente y su consejero de Economía, anunció un incremento de hasta 64 tasas (incluyendo los centros de día para ancianos, el cobro de la FP de grado superior, las escuelas públicas infantiles o nuevos peajes en autovías) que van a dejar a los ciudadanos tiritando, además de una nueva reducción del salario de los funcionarios (un 3,3%), de los interinos (un 10% con igual reducción de la jornada laboral) y otro 10% los cargos políticos.

Sin embargo, los medios de comunicación se quedan únicamente en su intención de reducir el número de diputados de la Asamblea de Madrid de los 129 actuales a 65. Digo intención porque se requiere para ello la modificación del Estatuto de Autonomía y, por tanto, 2/3 partes de la Asamblea. Es decir, que los propios diputados autonómicos se hagan el haraquiri.

Tengo para mí que esta propuesta se quedará solo en eso, porque nadie suele ser proclive al suicidio, ni siquiera colectivamente. Y además, el grueso de las medidas de recorte impulsadas por Esperanza Aguirre en Madrid sin duda permitirán ahorrar (1.045 millones de euros, estima el ejecutivo autonómico) y cumplir con las exigencias de reducción del déficit.

Pero será a costa de someter a un mayor quebranto a los ciudadanos, quienes reaccionan reduciendo al máximo el consumo, lo que está desplomando la actividad comercial, que hace que se recauden menos impuestos y se cierren negocios, cuyos trabajadores incrementan las listas del paro. Y en esta dinámica de recesión nos hallamos sumidos y sin visos de solución, embarcados en un tren que solo trae más cierre de negocios y más paro.

Raudo y veloz, el presidente José Ramón Bauzá se ha apresurado a decir “¡yo ya lo había pensado!” (claro, claro…) y manifestó que “hace semanas que trabajamos en esta línea”. Se refiere a la reducción del número de diputados. Un par de semanas atrás, Mabel Cabrer, la portavoz parlamentaria de los populares, dijo que estaban en ello.

Es una pena que las medidas que afectan a los políticos sean siempre tan meditadas y las que afectan a los ciudadanos, singularmente a los más desfavorecidos, sean tomadas tan a la ligera. Demasiada tibieza. Con lo fácil que hubiese sido dejar el sueldo de los miembros de su gabinete en el mismo que cobraban los de su predecesor, y reducirse el sueldo en el 10% que se aplica a sí misma Esperanza Aguirre. Todos le aplaudiríamos, daría ejemplo, no es cosa que haga falta pensar mucho, nadie se opondría. Y no necesita modificar el Estatut de Autonomía.

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