Todo el mundo puede equivocarse. Es propio de humanos y a nadie se le exige ni la perfección ni la infalibilidad, aunque sea el president del Govern. Sin embargo, la tozudez y la perseverancia en el error son muy lamentables, más aún si quien lo hace es una autoridad pública. Y el error político que cometió José Ramón Bauzá al acordar subir el sueldo a los miembros de su gabinete es de manual. Casi como aquel que cometió cuando el mismo día de las elecciones generales, el 20 de noviembre del año pasado, pidió el voto para su partido. Ahora el TSJB le obliga a rectificar en el asunto del incremento salarial de 8 miembros de su gabinete, pero el desgaste que ha sufrido en este asunto él personalmente, pero también el Partido Popular en su conjunto, ha sido muy importante. Porque lo peor no es que se tomase esta decisión, basada en la creencia que, aunque incrementase las retribuciones de los miembros de su gabinete, el gasto público habría de ser menor que si se compara con el anterior presidente socialista, ahorrando hasta 3 millones de euros en la legislatura. Lo peor es que se haya negado la evidencia en tantas ocasiones, hasta que la Justicia se ha pronunciado tan contundentemente que ha condenado en costas al Govern, 9.000 euros que tendremos que pagar todos por capricho de Bauzá.
Recuerdo que José Ramón Bauzá en un programa de la Televisión de Manacor que presenta Miguel Ángel Ariza, en el que tuve el gusto de participar en octubre del año pasado, afirmó rotundo que no se habían subido el sueldo, aunque con la boca pequeña dijo “hi ha hagut unes petites modificacions, qualque pujadeta o així…”. Sin embargo, respondía categórico que la subida salarial de los miembros de su gabinete era ¡cero!
El día 19 de junio de este año, Beatriz Díez Mayans le preguntó sobre el polémico asunto y él respondió: “No nos hemos subido ni un céntimo de euro ninguna de las personas de mi gabinete de presidencia. Ni uno. Y lo digo con esta contundencia porque animo a una sola persona a que diga lo contrario. Se está manipulando, se está tergiversando la realidad y se está falseando la realidad de los hechos. Ni una sola persona de mi gabinete, ni una sola persona, mire lo que le digo, ni una se ha subido el sueldo”.
Cuando la periodista le preguntó sobre el auto del TSJB que el Govern decidió recurrir, Bauzá dijo: “La sentencia que se ha recurrido fue una primera sentencia en la cual la juez nos daba la razón a las decisiones tomadas por parte del equipo de gobierno. (…) No todo lo que se publica es cierto. Se ha emitido un auto que se ha recurrido y hay que esperar el plazo correspondiente hasta que salga la sentencia definitiva, pero se lo digo taxativamente y además, como está grabado, no me cuesta decirlo: ni un céntimo de euro. Quien diga lo contrario, está falseando la realidad”.
Bauzá en este asunto ha dilapidado inútilmente buena parte de su credibilidad a ojos de muchos ciudadanos porque repetidamente ha negado la evidencia. Incluso retó a que alguien dijese lo contrario y mira por dónde, lo ha dicho el TSJB. El presidente haría bien en interiorizar una de sus frases preferidas: por más que se diga una mentira mil veces, no se convierte en realidad. La ciudadanía comprende los errores y los perdona. Pero las mentiras, ese es otro cantar.
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