Nunca hubo vendetta alguna. Mallorca no es Sicilia, a pesar de que algunos foráneos acostumbren a hacer símiles en este sentido para denigrarnos gratuitamente. El Colegio Oficial de Arquitectos de Baleares (COAIB) no son sicarios de un determinado partido político. Los funcionarios del Consell de Mallorca no son malhechores que se prestan a hacer informes falsos en el sentido que les indican los políticos, a cambio de sobornos en forma de incrementos salariales. Nada de esto es verdad. Hemos sufrido pacientemente el difamante bombardeo diario del periódico El Mundo/El Día de Baleares hablando de prácticas corruptas y propias de la mafia (Mallorca és Nostra, Urreiztieta dixit), pero sólo eran sus delirios para vender más periódicos.
Ya sabíamos, pero
ahora se ha confirmado porque ellos mismos lo declaran abiertamente, que fue
el COAIB y no UM quien en 2004 solicitó que el edificio de Gesa fuese
catalogado, cuando surgieron las primeras voces que sugerían su demolición en
pos de una fachada marítima que sería una idílica entrada a Palma, demoliendo
las espantosas viviendas militares del Baluard del Príncep, incluso soterrando
la carretera y con grandes parques (aunque nada se decía de los pisos de lujo
de hasta 7 alturas que se planeaba construir en primera línea de mar). http://www.diariodemallorca.es/opinion/2012/03/07/gesa-patrimoni-sentenciat/750229.html
La declaración
del edificio Gesa como bien catalogado se llevó a cabo en base a criterios
técnicos y no políticos. La ponencia técnica de la Comisión de Patrimonio del
Consell informó favorablemente con 9 votos a favor, 4 en contra y una
abstención. A favor: Colegio de Arqueólogos, ARCA, COAIB y los técnicos del
CIM. En contra: el representante de la FELIB, el Colegio de Aparejadores y los
dos miembros del Ajuntament de Palma. Ya en el pleno del Consell, la mayoría de
los representantes de los ciudadanos votaron a favor de lo dictaminado por los
técnicos mayoritariamente y la catalogación fue aprobada con los votos de PSOE,
PSM y UM.
El más decente y
honesto regidor de Urbanismo que jamás haya tenido la ciudad de Palma, el
popular Javier Rodrigo de Santos, que aunque profundamente adicto a la cocaína (él
mismo confesó que consumía entre 22 y 23 gramos diarios) y execrable corruptor
de menores, era sin lugar a dudas un hombre ínclito, recto, cabal, moderado y
dialogante, mano derecha de la gran alcaldesa Catalina Cirer, perdió los estribos.
Totalmente fuera de sus casillas, acusó a la mayoría de los miembros del pleno
del Consell de corruptos. Es curioso, ¿verdad? Todo el mundo en Palma sabe que
esta sospecha jamás ha recaído sobre él, íntegro prócer y prohombre de nuestra
ciudad que ahora pasa una temporada en la cárcel, según él mismo y el periódico
antes citado, por otra imaginaria vendetta del editor de un periódico y de un
afamado empresario del ocio nocturno de las islas. Siempre vendettas. Siempre la mafia. ¿Quién podría sospechar de un honorable concejal del PP, padre de familia numerosa, legionario de Cristo y objetor de las bodas gay, que llevaba años siendo el mejor cliente de Casa Alfredo en Gomila?
El mismo día que
el Consell aprobó la catalogación del edificio de Gesa, el 2 de abril de 2007,
el president del Govern Jaume Matas firmó la disolución del Parlament y de
los Consells. Si tanto interés tenía el PP en impedir la protección del famoso
edificio, bastaba con que Matas hubiese firmado el decreto de disolución un día
antes. ¡Mira qué fácil! Al margen de propio constructor José Luis Núñez, es posible que el único realmente interesado en demoler
Gesa no fuera el PP, sino Rodrigo de Santos, a la vista de su desaforada
reacción. No creo que esta coincidencia de intereses tenga nada que ver con la
condena de 6 años de prisión que le fue impuesta a Núñez en julio del año
pasado por sobornar a inspectores de Hacienda y defraudar 13 millones de euros.
A la vista de la trayectoria de cada uno, no hay por qué pensar que Núñez
hubiese sobornado a De Santos por edificar en primera línea de mar. Eso está
fuera de toda sospecha. Eran los intereses de Palma los que estaban sobre el
tapete, no los intereses particulares de un empresario en concreto. ¡Seguro!
Tras la
protección del edificio de Gesa, el Ajuntament de Palma modificó el Plan
General de Ordenación Urbana. Y se compensó a Núñez con otros solares (antigua
sede de Emaya en Joan Maragall, que ahora queda en primera línea de mar) y
otros solares con dos veces la edificabilidad que Núñez tenía en primera línea. ¡Nada más y nada menos que el doble de la superficie que él compró!
Sin embargo a él no le parece suficiente y sigue pleiteando contra el
Ajuntament a ver si consigue más. Muy propio del personaje.
La reciente
sentencia del juzgado de lo contencioso administrativo confirma que en la
catalogación del edificio no hubo irregularidades administrativas y que todo se
hizo según la Ley. Y también arrumba la estúpida e infundada teoría de la
venganza de Munar contra Núñez por su oferta en el concurso de Can Domenge.
Dice la sentencia: “Del examen del
expediente administrativo se concluye que el Consell de Mallorca en la
tramitación de la catalogación del edificio GESA no ha omitido trámite
procedimental alguno, ni se ha aportado prueba alguna que permita determinar
que la finalidad de dicha catalogación estuviere dirigida a alcanzar fines
distintos de los legalmente previstos en la norma”. Pero es que además,
Núñez sólo decidió denunciar penalmente por Can Domenge cuando la protección de
Gesa era inminente, ocho meses después de la adjudicación del solar del Consell
a Sacresa. ¿Por qué no lo hizo antes? Porque era su forma de presionar para que
no se protegiera Gesa, que era donde estaban sus auténticos intereses. A él Can
Domenge le importó siempre un pimiento. Pero de acuerdo a los informes técnicos
y a petición del COAIB, Gesa fue protegida. No se podía hacer otra cosa, como
no se ha podido hacer otra cosa que recurrir la sentencia que lo descataloga
arbitrariamente y sin ningún fundamento. Y el propietario de la constructora
catalana Núñez y Navarro se vengó querellándose por Can Domenge contra la
cúpula del CIM que se tendrá que sentar en el banquillo de los acusados este
mismo año. ¡Vaya si se vengó! ¡Esto sí que ha sido una auténtica vendetta!
El Consell va a
recurrir la sentencia porque no encuentra ningún técnico de la casa que le haga
un informe oponiéndose del recurso. Al menos María Salom no ha hecho lo que su
antecesora Francina Armengol (PSOE), quien cuando no encontraba a nadie que le quisiera
hacer un informe a conveniencia, lo encargaba a un despacho de abogados externo
a cambio de 59.000 euros del dinero de todos. Estoy pensando en los informes de
Can Domenge elaborados por Miquel Coca, que contradicen abiertamente a los
técnicos del CIM, con los que se ejerce la acusación popular actualmente en ese
caso.
El alcalde Isern
debiera pedir perdón. Cuando fruto de su desconocimiento dijo que “hacer política en base a vendettas tiene
estas consecuencias” y ahora se comprueba que no hubo vendetta alguna, ha
quedado en ridículo. Que el Consell haya tenido que recurrir la sentencia que
descataloga Gesa demuestra que todo se hizo en su día correctamente y conforme
a la Ley. No hubo vedetta alguna, salvo en las páginas de El Mundo contra Munar
y UM. Y mejor haría el PP y Mateo Isern en mostrarse firmes e implacables con
Núñez y no tan atemorizados. Temo que cualquier día le entreguen las llaves de
la ciudad y lo declaren hijo predilecto a cambio de que retire alguna de sus
demandas que el consistorio ya da por perdidas nadie sabe muy bien por qué.
Leer hoy en la
prensa que Patxi Mangado, el autor del edificio más horrendo construido nunca
en primera línea de mar, el palacio de congresos, se atreva a decir que el
edifico de Ferragut “no es una joya
arquitectónica”, enaltece aún más la antigua sede de Gesa. A Mangado no le
gusta ningún otro edificio de los que están cerca del mamotreto que él ha
construido en tan nefasta ubicación y
nunca se ha ahorrado las críticas hacia el trabajo de los demás. Realmente no le gusta nada que él no haya construido. Hacen muy bien
el arrogante arquitecto, el Ajuntament y el Govern en no preguntar a los ciudadanos la opinión que
estos tienen de la obra de Mangado porque nunca más se atreverían
a visitar las obras. Las opiniones de Mangado valen tanto como su acierto en el
diseño del palacio de congresos, calificada ya por algunos de cárcel de máxima
seguridad. Y se quedan cortos. No creo que la planta nuclear iraní de Natanz
sea mucho más espantosa. Ni que merezca más ser bombardeada si no fuera por los millones que estamos pagando y que nos quedan por pagar.
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