Nada hay mejor y más
efectivo hoy en día para descalificar a alguien que tacharle de radical. Es un
epíteto que nunca falla. Si le añadimos a continuación otro adjetivo como
violento, se convierte en mano de santo. Nadie puede sentir la más mínima
simpatía por alguien que es radical y violento. Si un grupo, grande o pequeño,
protesta contra el gobierno,
inmediatamente es descalificado de plano por los medios y los periodistas a
sueldo. Nada nuevo descubrimos. Y nada hay mejor que acusar a los manifestantes
de radicales violentos. En el caso de que se manifiesten pacíficamente y solo
silben o abucheen, acusarles de radicales violentos puede sonar excesivo, pero
eso tampoco ha de convertirse en un problema. Rápidamente se puede inventar un
incidente o magnificar algo que haya sucedido. Nunca hay que dejar que la
realidad ensombrezca un buen titular. Siempre habrá un jefe de prensa dispuesto
a inventarse una colleja a un conseller, o una pedrada a un regidor, o un
tomatazo a un alcalde. O a convertir una caída fortuita en una plaza llena de
gente en una víctima de la violencia intransigente. Total, como son radicales
violentos es lo natural. A nadie extrañará si el conseller agredido lo
desmiente un día después en la radio pública. O si el regidor apedreado ni
presenta denuncia ni parte de lesiones alguno. O si el tomate que agredió al
alcalde no aparece excepto en el titular. No pasa nada. Porque en el mismo
medio bien se puede, paralelamente al llamativo titular “Activistas catalanistas lanzan tomates a Isern en el inicio de Sant
Sebastià”, colocar un enlace donde se diga: “Vea todas las imágenes de la agresión” [http://www.elmundo.es/albumes/2012/01/19/revetla_baleares/index.html].
Pocos serán los que duden de lo que cuenta un periódico. Muy pocos los que
tengan tiempo de ver las fotos. Casi ninguno que tras visionar las cinco fotos,
no perciba ninguna agresión ni tomates volando, ni siquiera caídos en el suelo
que es lo menos que se podría fotografiar: la prueba del delito. Y tampoco
costaba nada tirarlo adrede para poder decir: “¿Lo veis? Aquí está el arma criminal”.
Nada se muestra porque
nada hay. El conato de agresión es inexistente pero se requiere para poder
descalificar a los manifestantes. Sus armas eran peligrosos carteles en los que
se podía leer “A Mallorca, en català”,
“Isern a l’infern” y otras consignas parecidas, a parte de dos inofensivas
aunque desagradables banderas esteladas. Pero no importa: el delito ya está
perpetrado. Son peligrosos activistas catalanistas que como radicales violentos
que son, protagonizaron un conato de agresión contra el alcalde, motivo por el
cual la policía no actuó ni detuvo a nadie, ni el reportero gráfico alcanzó a
retratar el tomate porque lo verdaderamente peligroso eran las pancartas y sobre
todo las dos banderas independentistas.
Por extensión, todos
aquellos que no estén de acuerdo con la política lingüística del ejecutivo
Bauzá, aunque sean del propio PP –y ya empiezan a ser demasiados los
discrepantes que con su voto auparon a Bauzá a la presidencia del Partido en
Baleares, optando por él y no por Delgado, aunque ahora comprueban que no había
ninguna diferencia y se muestran decepcionados y engañados–, serán tachados de
radicales violentos, o que apoyan a los radicales violentos que viene a ser lo
mismo. Son traidores, ambiciosos y resentidos. Los columnistas afines se
aprestarán a animarles a que si no les gusta, antes que criticar al Gobierno se
marchen del partido y si no lo hacen, que sean expulsados con deshonor.
Así, tenemos que según la
doctrina oficial, los palmesanos que abuchearon en la plaza de Cort al alcalde
Isern el día de la fiesta de l’Estendart son radicales violentos. Los
habitantes de Sa Pobla que en la revetla de Sant Antoni le dedicaron una sonora
pitada a José Ramón Bauzá y gritaban “A
Sa Pobla, en català!” no merecen mejor consideración.
Y a la postre, lo que es
un derecho fundamental reconocido en la Constitución se convierte por arte de
algunos medios de comunicación afines al poder, en la prueba irrefutable de
radicalismo violento. Y catalanista, que aún es peor. Este camino es el que
estamos andando tristemente en Baleares. Y por supuesto, el Gobierno no debe replantearse
su política porque sería ceder al chantaje de los radicales violentos. La
perseverancia en el error que está llevando a nuestros ilustres representantes
a no poder salir a la calle sin un batallón de guardias civiles uniformados y
otro batallón camuflados de paisano entre los que silban y gritan. Miren si no
la decisión de anular el Consell de Govern en Felanitx por miedo a la
ciudadanía. O el desmedido placaje de los escoltas de Isern ante un peligroso
sujeto armado con un pasquín.
El Govern de José Ramón
Bauzá y también el de Mateo Isern en Palma han decidido romper amarras con el
pasado. La política lingüística que puso en marcha primero Cañellas y luego
Matas no convence a Bauzá ni a Isern. Abjuran de lo hecho hasta ahora en su
partido en esta materia, incluso del Estatut d’Autonomia de 2007 que en su
artículo 4 establece que el catalán es la lengua propia de las islas por más
que Bauzá en su discurso a favor del bilingüísmo, manifiesta que tanto el
catalán como el castellano son las lenguas propias de las islas. Dicen que
rebajar el requisito del catalán para que solamente sea considerado un mérito
es una medida destinada a eliminar discriminaciones, pero es obvio que las
introduce.
Parecen no haber medido bien sus fuerzas, porque no todo el mundo en
el PP está dispuesto a renegar públicamente de las políticas emprendidas y que
lograron un elevado consenso en 1986 con el mismo desapego que los dos próceres
populares. El nuevo PP que encarna Bauzá abandona la moderación y el consenso en este asunto
y acusa de radicales violentos a quienes le critican por ello. Sin embargo, a
poco que se vea la entrevista que mantuvo Bauzá con Federico Jiménez Losantos queda
claro quién es el radical, que le anima a castellanizar Baleares, hasta ahora
en manos de las hordas independentistas rojas por más que casi siempre
gobernada por los populares.
Losantos sostiene que la lengua mayoritaria en las
islas “ha sido siempre el castellano”
y finaliza poniendo a caer de un burro a todos los dirigentes autonómicos del
PP que no han seguido sus dictados en materia de lengua, desde el mismísimo
Manuel Fraga hasta Núñez Feijoo, pasando por Francisco Camps. ¡Prácticamente
los equipara con Jordi Pujol!
Si cree el Govern que lo
que está haciendo en materia lingüística es lo correcto, a pesar del clima que
está generando y de las protestas, pues háganlo. Están en su derecho. Si cree
que es lo mejor para Baleares cambiar el modelo vigente hasta ahora con el
consenso general y rebajar la presencia
pública e institucional de la lengua propia de las islas, pues adelante. Tienen
el suficiente respaldo parlamentario para hacerlo. Pero por favor, no
criminalicen a quienes no piensan como ustedes. Muchos incluso dentro del
propio Partido Popular, donde además yo opino que son minoría los que apoyan a
Bauzá-Delgado, muchísimo más en la part forana y en Menorca, Ibiza y Formentera.
Andar ese camino es dañar la democracia, porque las protestas, por más que
sonoras e incómodas, si son pacíficas, siempre son legítimas. Y yo añado que
hasta positivas. Maticemos que desplegar un pasquín es una protesta pacífica y
no alcanza el grado de “agresión” ni de “acto propio de intolerantes”. ¿Acaso
nos sentiríamos mucho mejor como en Corea del Norte o Cuba, con todos los
ciudadanos formados ante sus gobernantes, aplaudiéndoles y vitoreándoles hagan
lo que hagan? Si no llevan cuidado, el PP de Bauzá puede terminar considerando
persona non grata a la mitad de su partido, y acusando de catalanistas
radicales violentos a Gabriel Cañellas o a Xisco Fiol, entre otros. Toni Pastor
y Cristòfol Soler, por descontado lo son porque lo han sido siempre, según
ellos. ¡Pero es que también lo son a ojos de algunos incluso Matas, Zaplana y
Camps…! ¿No queda así bastante claro que el PP balear está abandonando la moderación
para introducirse en un terreno oscuro, frío y repleto de intransigentes? Si además pretende no sufrir
un desgaste por ello, Bauzá confirma que su bisoñez política es temeraria.
1 comentario:
SOU UNS ESPANYOLISTES CENTRALISTES RADICALS I VIOLENTS PER ENFONSAR UNA LLENGUA QUE NO ESTÀ EN IGUALTAT DE CONDICIONS:
TELEVIONS EN CASTELLÀ: MÉS DE 100
TELEVISIONS EN CATALÀ: 1
PERIÒDICS EN CASTELLÀ: MÉS DE 100
PERIÒDICS EN CATALÀ: 1
ETC, ETC, ETC
AIXÒ ÉS IGUALTAT?
AIXÒ ÉS BILINGÜÍSME?
AIXÒ ÉS IMPOSICIÓ FRANQUISTA, ESPANYOLISTA I TOTALMENT ACTUAL!!
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